¿Qué estará opinando María Isabel hoy miércoles 8 de mayo en SEMANA? Pues que no sabemos si el presidente Petro deliberadamente se propuso acabar con las fuerzas militares en su gobierno desde el primer día o si culposa, pero no deliberadamente, permitió que, como en las tormentas perfectas, coincidieran o se acumularan diversos elementos al tiempo que tienen a nuestras fuerzas tendidas en la lona.
Su primer acto al llegar al Gobierno, al llegar a la Presidencia, fue barrer con 70 generales, quienes llevaban muchos años formándose y capacitándose militarmente para las labores de mando. Hoy, con los conocidos problemas en el abastecimiento de armamento, incluidos los aviones de combate para los que, con Rusia dedicada a invadir a Ucrania, no tenemos asistencia técnica. Lo mismo que sucede con el armamento, que también está varado por cuenta de nuestra ruptura de relaciones con Israel.
Y conducido nuestro Ejército y nuestra Policía por un hombre absolutamente inexistente y sin mando como es el ministro de Defensa, ha quedado al desnudo que la paz total del presidente Petro –con la que ganó las elecciones– incluyó medidas precipitadas, como acuerdos bilaterales de cese al fuego, que los compromisos de la otra parte no existían, eran sólo de este lado del Estado.
O decisiones ingenuas que se tomaron de que estos grupos criminales correrían a sentarse en las faldas del Gobierno con delincuentes de todas las calañas con solo un guiño de un ojo de Petro, quien además, por cierto, nunca mira de frente. Y ahora observen en las que estamos, seis militares muertos en cuatro días por las Farc del Estado Mayor Central y la posible responsabilidad del propio Ejército por fallas operacionales e inteligencia.
Y sucedió lo que todos sospechábamos, que la piñata de ceses al fuego sería utilizada para que los delincuentes se fortalecieran y siguieran ampliando su labor delictiva bajo el paraguas de la población civil, a la cual unas confusas reglas de juego que hoy rigen la actuación del Ejército impiden proteger con prontitud y con celeridad.
A este escenario de un Ejército sin armas, sin aviones, con helicópteros que se precipitan a tierra, sin moral, con miedo de actuar porque lo sacan, sin soldados porque su número es cada vez menor, pues súmele el problema con el ELN, que ahora anuncia que seguirá secuestrando si los países no les organizan un fondo que los financien y que justifique que puedan recortar recursos por esta vía para el sostenimiento de su tropa, luego de que públicamente se hubieran comprometido a no volver a secuestrar.
Total, entre las muchas cosas que nos va a dejar destruido este presidente están nuestras Fuerzas Militares, como todo parece indicar; tienen reducidos a sus miembros a servir de carne de cañón, literalmente, porque repito, deliberada o culposamente, Petro permitió y hasta provocó la degradación de su operatividad.