¿Qué estará opinando María Isabel hoy martes 21 de mayo en SEMANA? Pues la opinión revela gran preocupación por el presente y futuro de nuestra fuerza pública, tanto de Ejército como de Policía.
Porque se revela una gran crisis frente a la política del Gobierno consistente en acuartelarla, primero, pactando unos ceses al fuego, a la topa tolondra, un 31 de diciembre, sin que hubiera de la contraparte ningún compromiso correspondiente, como ha quedado demostrado con el paso de los días.
Los hechos que vienen ocurriendo en el Cauca y en Valle del Cauca con las disidencias de Iván Mordisco son demasiado trágicos, mueren agentes y civiles hostigados por ataques con armamento, que no por rústico puede dejar de considerarse bastante sofisticado por su capacidad de daño por parte de las disidencias.
Cuyos ataques no fueron respondidos -por desgracia- con el apoyo oportuno ni efectivo por parte del Ministerio de Defensa, a cargo de un ministro al que no le caben más muestras de su incompetencia, a pesar de los llamados de auxilio de los agentes de policía.
Pero el máximo desvarío de este gobierno ocurrió ayer, cuando el Gobierno llamó a calificar servicios al comandante del Ejército, general Luis Mauricio Ospina, y nombró en su reemplazo a un desechado, llamémoslo así con todo respeto, en una de las primeras purgas del Gobierno: el mayor general en retiro Luis Emilio Cardozo, quien me atrevo a opinar que, por decoro, por honor y por coherencia, no debería aceptar su reencauche.
A ver, ¿por qué fue retirado del Ejército en primer lugar, dando la apariencia de que el país ya no requería más de sus servicios, pero ahora es llamado a que se reintegre a su cargo en calidad de comandante del Ejército? Le están dando el tratamiento de basura reciclable.
Hace dos años ya no lo necesitaba más el país, supuestamente, cuando el Gobierno realizó su primera purga de 40 generales, recién llegado Petro al poder. Pero ante el vacío que deja el general Ospina, quien es culpado de haber hecho incurrir a Petro en el oso de una denuncia con cifras chimbas sobre el robo de armas y por criticar precisamente la seguridad de las regiones, donde se construye la supuesta paz total, viene ahora con el nombramiento a alterar la cadena de mando del Ejército Nacional, la cual puede estarse rompiendo entre actuales generales y coroneles que vienen en ascenso y entre quienes el presidente debió haber escogido al sucesor de Ospina.
¿Acaso entre todos ellos no había quién asumiera la jefatura del Ejército? Esto es el despelote total y la improvisación, que además de la corrupción, se ha vuelto marca indeleble de este gobierno.