A las 6 en punto de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel hoy jueves 25 de abril en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a los dos osos monumentales de las últimas 24 horas. El primero demuestra una vez más la improvisación del Gobierno.
Se trata del manual tarifario único que para el cobro de los procedimientos médicos publicó el Gobierno y que archivó apenas unas poquísimas horas después por fallas en su contenido. Según el ministro de Salud, tuvo que retirarlo porque le faltó dizque indexación. El hecho es que prácticamente por un trasplante de hígado terminó pagándose lo mismo que por un tinte de pelo.
Varias EPS, incluso las ya intervenidas, resolvieron volverse voluntariamente gestoras de salud y vida como quiere el Gobierno, y con ellas este resolvió socializar una reforma muchísimo más corta de 40 artículos más o menos con la que insistirá en su revolcón a la salud.
El segundo oso es el del Partido Liberal, que ha hecho objeto de burlas a sus figuras más representativas, como el propio expresidente César Gaviria y su espadachín principal en el Congreso, el senador Alejandro Carlos Chacón, que pensaron que bajando la cotización obligatoria a Colpensiones de tres salarios mínimos a 2,3, algo casi simbólico, destrababan la reforma pensional del Senado, como efectivamente sucedió.
Hasta la alocución de anoche con lápiz y todo, que ya no falta nunca, en la que el presidente anunció que su tarifa será otro precio en el trámite de la pensional por la Cámara. Cuatro salarios mínimos o más, anunció el presidente que será lo que reclamará en Cámara. Qué conejeada al Partido Liberal, lo utilizaron con su propuesta de 2,3 tres salarios mínimos para pasar la pensional del Senado, pero para Cámara el presidente les dice: “nanay cucas, ni se la sueñen”.
Lo cual, según la oposición, como los senadores Paloma Valencia y Miguel Uribe, implica que niños y jóvenes de hoy no se podrán pensionar cuando les llegue el momento. Y, por otro lado, que no calma el temor de que los billonarios recursos, se calculan en 37 billones de pesos al año que se recaudarán con destino a Colpensiones, pasarán más bien a sufragar la campaña electoral de 2026.
Pero los recursos no son infinitos ni eternos y aunque lograron que los manejara en principio el Banco de la República, superando las preocupaciones de que ello era inconstitucional porque se sale de las funciones del banco, que principalmente van dirigidas a controlar la inflación, no a cuidar que no se ahoguen en la campaña del 26 los ahorritos de los colombianos, pues falta ver si definitivamente este peligroso y delicado manejo termina en manos del banco o va directamente a Colpensiones, lo cual sería fatal.
Boquita de chicle, como se le dice ahora cariñosamente a la ministra del Trabajo Gloria Inés Ramírez, porque se la pasó mascando chicle durante la sesión aprobatoria de la reforma. E incluso dice que en 12 o 15 años será inevitable otra reforma pensional. ¿Qué estarán sintiendo hoy los liberales conejeados con el umbral de 2,3 salarios mínimos, genial ocurrencia para las cotizaciones obligatorias de los colombianos en Colpensiones?