A las 6:25 de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel, hoy lunes 28 de agosto, en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la entrevista que logró la revista Cambio con el presidente Gustavo Petro, cosa que hay que admitir, no es fácil sentar a Petro, pero como es usual con nuestro mandatario, casi todo lo deja sin responder, aparentando que lo responde.
Digamos que lo más importante de la entrevista era conocer su estado de salud y por qué ha incumplido en cerca de 90 citas oficiales, sobre lo primero era obvio que su respuesta sería que él no está enfermo ni deprimido y que no recuerda el incidente que Ingrid Betancourt relata en SEMANA cuando lo encontró en Bélgica tirado en el piso y no reaccionaba.
De lo que sí se acordó, es que ella y Carlos Alonso Lucio, en ese momento novios, le rompieron una cama, ¿eso que tiene que ver con que Petro esté o no enfermo?
Sobre sus incumplimientos y ausencias, dice que a veces sus agendas son fruto de la inexperiencia de unos extraños que se las hacen, cuando no le pasa que es que se le olvida mirar el reloj o que otras veces le organizan la agenda, como dice, si uno no durmiera, y que hay momentos en que él, pues no puede más porque necesita sus equilibrios y que el cansancio permanente es un mal consejero, porque no lo deja pensar bien y él no se puede dar el lujo de cometer errores.
Entonces, conclusión: el presidente Petro debe andar muy cansado, porque errores, Petro ha cometido muchos, más los que cometerá, no es, sino leer el trino del expetrista Rudolf Hommes donde dice que los ‘colombianos no se han dado cuenta de que nos van a dejar a todos sin salud y sin trabajo’.
Para no hablar de que ya plantea cambiar la terna para fiscal, porque una de las ternadas resultó cercana al exfiscal Néstor Humberto Martínez, hoy, quizás, la persona más detestada por el presidente que no está enfermo, no tiene adicciones, y que incumple sus agendas por culpa de que se las hacen extraños.
Lea la primera opinión de María Isabel, hoy 28 de agosto:
¿Qué opina María Isabel? El país, en estado de confusión
¿Qué es reconciliación nacional? ¿Para qué necesita una ley? ¿Es distinto o lo mismo que ‘paz total’? ¿Y por qué el comisionado de Paz está reviviendo el concepto de perdón social, discretamente retirado de circulación de la campaña presidencial, cuando se descubrió que Danilo Rueda, el hermano de Petro y Piedad Córdoba iban a las cárceles con ese pretexto a ofrecerles gabelas a los mafiosos? ¿Será que todo es el mismo sancocho nacional o que se trata de tres tamales distintos?
A las 6:20 minutos de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel hoy lunes 28 de agosto en SEMANA? Pues la opinión gira por los lados de la confusión que se mantiene en el país por cuenta de la última ocurrencia del presidente Gustavo Petro acerca de la reconciliación nacional, como la ha bautizado.
Su jovenzuelo, alto comisionado de Paz, Danilo Rueda, no aclara nada cada vez que rompe su silencio ante este y otros temas relacionados con lo que ya no sabemos cómo se llama, si perdón social, si paz total o si reconciliación nacional, o si se trata de un plan secreto que conduzca a una ley de punto final en el que se hacen borrón y cuenta nueva con las deudas de la justicia de los grupos armados ilegales de todo pelambre.
Por ejemplo, es muy difícil entenderle al comisionado de paz porque es necesario una ley para lograr la paz, según él sin impunidad, ¿una ley que reitere la idea de que quien tenga deudas con la justicia tiene que pagarlas? Para eso no se necesita una ley, ya está escrita, ¿o más bien será una ley que diga que no se tendrá que pagar única manera como se entiende que haya que estrenar una nueva ley?
A propósito, el comisionado ha recuperado el término, perdón, social, lo está volviendo a utilizar, que en su momento en plena campaña presidencial fue retirado de circulación cuando surgió el escándalo de que tanto el futuro comisionado de Paz, como el hermano de Gustavo Petro y Piedad Córdoba estaban visitando las cárceles para pactar beneficios con las mafias.
Ahora se habla desde que a la reconciliación nacional estarán invitados hasta los narcos, eso, dizque para generar confianza, desescalamiento y cese de hostilidades. Pues el antecesor del jovenzuelo Danilo Rueda, el excomisionado de Paz, Sergio Jaramillo, uno de los jefes negociadores de La Habana con las Farc, acudió a una audiencia ante la Corte Constitucional hacer unas muy serias advertencias sobre la forma como se están haciendo las negociaciones de paz bajo este gobierno y advierte unos puntos claves.
Que no es tan fácil, por ejemplo, la diferencia entre grupo armado de origen político y grupos que solo tienen interés de enriquecerse, pues en casi todos los casos esas características se cruzan. Los grupos que quieren derrocar al Estado se involucran en el narcotráfico, y también como los grupos criminales controlan territorios para garantizar sus fuentes de riqueza, y a su vez, los grupos criminales se camuflan detrás de nombres políticos a ver si logran convencer al Gobierno de que también les dé el tratamiento político.
También dice Jaramillo que por eso el control territorial no puede ser un criterio para separar ambos grupos, como se ha exigido en Colombia, porque el crimen organizado por naturaleza ejerce control territorial, y tampoco puede ser criterio el uso del adjetivo político porque el crimen organizado está también metido en política, y que estos criterios equivocadamente utilizados, han llevado a que estas organizaciones se militaricen cada día más.
Y finalmente, ya arranca el plan que tiene un objetivo bastante repudiable pagarles a los jóvenes para que no asesinen, eso, claro, Petro lo matiza diciendo que es para que no asesinen, pero también para que estudien. Y ya se sabe cuánto costará, 1.2 billones de pesos, sobran más comentarios.