A las 6:10 a. m., ¿qué estará opinando María Isabel hoy martes 25 de julio en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a que ahora le vamos a salir a deber al ELN, no solo no ha dejado sus actos terroristas en diversos lugares del país sin que se pronuncie ninguno de los mecanismos de verificación existentes en preparación de un cese al fuego bilateral que durará seis meses.
Pues ahora resulta que les salimos a deber a los elenos, que el Gobierno no los ha sacado de la categoría de “grupo armado organizado”, considerado por ellos de peor familia que los denominados “grupos armados rebeldes”, que les parecen mucho más elegantes, porque enaltece el nombre de sus actos terroristas.
También reclaman la seguridad de fuentes financieras internacionales para sostener a los elenos mientras dure el cese al fuego bilateral. No sabíamos que, así como el programa ofrecido por el presidente Petro a los jóvenes de las bandas del pago por no matar, el cese al fuego de los elenos también será pagado.
Poco a poco se va consolidando en Colombia una nueva noción de la moral, que consiste en que el respeto por la vida de los demás no paga.
Además de plata, le salimos a deber a los elenos, según su cabecilla Antonio García, que el Gobierno no ha impedido, lo que, según él, es una alianza entre la extrema derecha y las fuerzas militares, de acuerdo con él, esté coordinando en contra del ELN operaciones paramilitares frente a las cuales las fuerzas militares no hacen nada.
Pero a veces hacen la extrema derecha la que está aliada con el Ejército, otras veces, según García, son las disidencias de las Farc que también coordinan con las fuerzas militares acciones contra el grupo guerrillero. Todo esto lo reclama García como incumplimientos del Gobierno en sus compromisos en la mesa de negociación con el ELN. ¿Será que García está comprando seguros para poderlos cobrar cuando ellos mismos incumplan sus compromisos bajo el cese al fuego?
Lea la primera opinión de María Isabel Rueda de hoy martes 25 de julio:
¿Qué opina María Isabel? ¿Otro ministro más activista que técnico?
Eso dicen del nuevo ministro de Minas, Ómar Andrés Camacho, que es considerado como un clásico activista político de izquierda que, no solo por eso, preocupa a los técnicos. Además, porque no sabe nada de hidrocarburos, que así vayamos hacia una transición energética, vamos a necesitar, no solo por los ingresos que le proporcionan al Estado, sino porque serán la pista de despegue de esa transición energética.
A las 6:00 a. m., ¿qué estará opinando María Isabel hoy martes 25 de julio en SEMANA? Pues la opinión gira en torno al nombramiento del nuevo ministro de Minas, en reemplazo de la cabecita con tenis Irene Vélez. Se trata de Ómar Andrés Camacho, ingeniero eléctrico y licenciado en Física con una hoja de vida que despierta todo tipo de preguntas acerca de si llena las credenciales suficientes para ejercer ese cargo.
Porque por ejemplo, no está claro si el que llegó al gabinete Petro es otro activista político, ya que figura en su hoja de vida haber sido candidato a la Cámara por el Partido Comunes de la ex-FARC y haber sido dirigente de la Marcha Patriótica.
Como le informó SEMANA, su admiración por el fallecido Hugo Chávez fue notable, no lo bajaba en sus redes de “mi comandante Chávez, mi presidente Chávez”. De Fidel Castro, lo llamaba “el eterno Fidel”. Al actual presidente venezolano lo anima con eslóganes como “Maduro al fascismo darle duro”, pero eso sí, de dictador Maduro no, jamás.
Incluso a Camacho se le vincula con un grupo de cabezas rapadas llamado Rash de corte anarquista, según dice el expediente. Es partidario Camacho de salir a la calle para exigir derechos, es decir, le gusta la agitación social.
Para completar, algunos expertos ni siquiera los convence su hoja de vida técnica, porque aunque es ingeniero y tiene una maestría en Administración de Energía y Fuentes Renovables del Tecnológico de Monterrey, carece experiencia en hidrocarburos, que en el cargo del Ministerio de Minas resulta ser el corazón la base desde la cual despegará nuestra transición a fuentes de energías renovables, también de ser el sector que más ingresos le proporciona al país.
Es de deducir entonces que Camacho, como su antecesora la ministra Vélez, es partidario de una transición energética rapidita, cuanto antes, “de inmediati”, como diría su admirado Maduro, pero probablemente antes de que tengamos claro cómo reemplazaremos los ingresos de los hidrocarburos. No queda duda entonces de que estamos ante un ministro más político que técnico, en manos de quien se vuelve aún más incierto el futuro del sector en momentos en que la acción de Ecopetrol baja, baja y baja.