¿Qué estará opinando María Isabel, hoy jueves 9 de noviembre, en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la reunión del presidente Petro con 14 gobernadores, que enfureció al grupo del resto que no fue invitado al Palacio de Nariño. Y hasta razón tienen, porque se supone que el presidente gobierna para todo el país y no solo para aquellos que votaron por él.
Lo que quizá no han captado los furiosos es que este acto de Petro fue más uno de debilidad, disfrazado de show de poder, que lo contrario, un acto de poderío.
El presidente necesitaba mostrar una foto que corroborara el mapa que coloreó con tanto esmero y demostrar falsamente que las elecciones las ganó el Pacto Histórico, y qué mejor jugada que levantarse a esos 14 gobernadores, de los 32 que existen en el país, que aceptaron ser invitados a Palacio para ser etiquetados como su rebaño político.
A lo mejor, muchos de ellos ni sabían a lo que iban, a dejarse contar para que el presidente tuviera una prueba de su botín electoral.
En lo que sí tiene razón la Federación de Departamentos, que montó rancho aparte con los excluidos en la ciudad de Santa Marta, es que este gobierno está lleno de plata y que puede jalonar con ella la inversión en muchos departamentos que están necesitados de ellos. Además, que el que no salga en la foto se va a ver excluido de su pedazo de la torta.
Pero quizás el meollo de la discusión esté más bien en que son muy pocos los departamentos que están excluidos de cargar con su cuota en el difícil panorama del desorden público que cunde en el país. Y eso es lo que piden los gobernadores: un trabajo en equipo con el Gobierno, sin distingo de colores políticos ni de mapitas coloreados.
Un trato institucional, mejor dicho, que envíe el mensaje de que aquí el Gobierno es compacto y que no está dividido por simpatías políticas, y mucho menos que los cercanos al Gobierno se utilizan como presea del colorido mapa electoral del presidente Gustavo Petro.