¿Qué está opinando María Isabel hoy lunes 27 de noviembre en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la cumbre de los verdes que hoy tendrán un encuentro para resolver si permanecen como partido de gobierno o si se pasan al estatus de independientes.
No será fácil la decisión por varias razones: la primera, porque está en discusión si esta decisión la deben tomar las directivas del partido o pueden ser los propios parlamentarios, porque aparentemente los estatutos señalan que deben ser los primeros.
La segunda, porque de hecho, desde que se declararon partido de gobierno, varios parlamentarios verdes han votado como les parece los proyectos del Gobierno, en particular el proyecto de reforma de la salud, ¿pero cambiará en algo la independencia de esos parlamentarios en la circunstancia en que el partido llegue a declararse independiente? Yo creo que no, yo creo que van a seguir votando como les parezca.
La tercera es que las declaraciones del ministro de Salud, de que ha repartido mermelada a la lata entre los verdes, que hoy manejan el Icetex y el Sena, hacen quedar como un cuero a ese partido, porque indica que el Gobierno le está comprando su apoyo, y muchos se han sentido incómodos con este señalamiento porque se sienten ajenos a ese intercambio de puestos por apoyos.
Claro que en este caso, ni siquiera son puestos, son institutos completos; eso sí, con la cantidad de puestos que contienen. Por ejemplo, el de la directiva de empleo del Sena lo ocupa la esposa del actual director del Dapre (Departamento Administrativo de la Presidencia), Carlos Ramón González. Eso, según el excandidato presidencial Enrique Gómez, implicaría concierto para delinquir de parte de las ministras que manejan esos institutos.
De manera que no es mucho lo que los verdes tienen por resolver hoy; así se pasen de partido de gobierno a partido independiente, varios de ellos seguirán votando como les indique su conciencia y su entendimiento sobre la conveniencia de los proyectos, y otros seguirán aferrados al apoyo ciego e incondicional al Gobierno Petro, porque a eso se comprometieron desde el primer día.
Y a estas alturas del paseo, es bastante inexplicable la terquedad con la que el presidente Petro insiste en su reforma a la salud. Primero, porque con la toma de la Nueva EPS, ya podría el Gobierno empezar su funesto experimento, sin necesidad de que fracase su reforma en el Congreso, que ya el presidente anuncia que presentará todas las veces que sea necesario. Incluso luego de que termine su gobierno y, según él, el próximo quede en manos de otro presidente progresista. Es decir, Petro piensa convertir su reforma a la salud en el proyecto eterno.