A las 6:10 a. m., ¿qué estará opinando María Isabel, hoy martes 22 de agosto, en SEMANA? Pues, la opinión gira en torno al futuro de la economía colombiana, luego de la noticia del DANE de que el segundo trimestre de este año crecimos escasamente el 0.3%.
Mientras los puentes que conectan bodegas de producción de alimentos como los Llanos Orientales con el resto del país se caen, ni durante la pandemia se registró una cifra tan mala y el problema es que la inversión no parece levantar cabeza.
Como lo advirtió la Andi, a cuyo congreso no llegó el presidente Petro en Cartagena, la industria y el comercio vienen registrando decrecimiento y hasta comprometen el desempeño de la economía en el segundo semestre del año y por eso los economistas se preguntan preocupados ¿está el país en ruta o en camino de una recesión?
Recordemos que una recesión ocurre cuando vienen dos trimestres consecutivos de decrecimiento negativo, esta vez tuvimos el 0.3%, pero puede que el trimestre entrante no crezcamos del todo o crezcamos menos de cero.
Reiteramos que parte de la culpa la tiene la de desaceleración de las economías de Estados Unidos y China, pero de la crisis no puede descartarse el factor interno en el que el presidente viene empeñado en enrarecer las relaciones del gobierno con el con el sector privado a lo que no ayudan las reformas que se empeña en presentar el Gobierno como la laboral, que encarece el empleo formal y no ayuda a disminuir el informático.
Según los economistas, que el segundo semestre no tengamos tasas negativas de crecimiento depende de cómo reaccione precisamente el Gobierno, pero para la muestra un botón, un botón complicado mal cocido.
El presidente dijo la semana pasada antes de volverse a desaparecer que el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos hay que renegociarlo, esa palabra es supremamente pesada porque implica que los congresos de Colombia y Estados Unidos tendrían que entrar en acción y las consecuencias económicas de esa negociación serían pésimas para Colombia, mucho más que para Estados Unidos, porque nos encarecerían muchos productos.
Es como el cuento del ‘elefante que le pone la pata a la hormiga y se excusa diciendo, eso sí, ¿para qué empuja?’, pero lo más delicado en cuanto a la actitud del Gobierno es que mientras el presidente habla de renegociar, los ministros de Hacienda y ahora el de Comercio salen afanosamente a rectificar a su presidente, explicando que aquí no vamos a renegociar nada, ni el TLC con Estados Unidos, sino a revisar algunos puntos que en la práctica implica algo totalmente diferente.
Una cosa es cancelar el TLC y empezar de cero o no hacer nada, no volverlo a pactar y otra es revisar algunos puntos en los que evidentemente no salimos bien librados. Es decir, que la reactivación de la economía en este momento viene a depender de lo que el presidente anuncie y sus ministros le rectifique.
Lea la segunda opinión de María Isabel, hoy 22 de agosto:
¿Qué opina María Isabel? La visita de Petro a su hijo Nicolás
Dicen que solo hablaron del primogénito que está por nacer. Pero un trino del presidente, luego de su filial visita, pidiendo una “acción penal libre de agendas políticas” en el proceso judicial contra su hijo, en el que la principal comprometida es la campaña de su padre, abre la pregunta: ¿será que hubo tiempo para hablar de otras ‘cositas’ “?
A las 6 a. m., ¿qué estará opinando María Isabel hoy martes 22 de agosto en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la visita que ayer el presidente Petro le hizo a su hijo Nicolás, bajo la figura de detención domiciliaria en Barranquilla. Lo primero que llama la atención, es que se produce luego de que el presidente anduviera perdido desde el viernes, cuando no llegó a Cartagena al Congreso de la Andi, después de que la noticia que nos da el Dane es que la economía escasamente creció el 0.3 %.
Ni tampoco al encuentro social programado con el pueblo cartagenero, esa misma mañana. Ni más faltaba que un padre no pueda visitar a su hijo para conversar sobre el estado de gestación de su nueva pareja, ese fue el tema que destacó Nicolás Petro sobre los tratados en el encuentro filial, pero hablar de un tuit del propio presidente delata que muy probable y muy lógicamente el único tema no fue el que está por nacer.
Porque luego de declarar lo obvio como padre en otro tuit, que su hijo siempre tendrá su apoyo y su cariño, luego de haber declarado crudamente que no lo crio, el presidente aseguró que ha respetado sin titubeo la independencia judicial.
Lo cual entre paréntesis es paja, porque viene de declararse jefe del fiscal Francisco Barbosa, pero a continuación añade en su Twitter, luego de la visita a su hijo, “que espera que en el caso del escándalo de los dineros ilícitos a su campaña haya una acción penal libre de agendas políticas y de total sujeción al debido proceso y a los fallos judiciales”.
¿No le sobraba el presidente esa advertencia si la visita a su hijo era totalmente familiar y, como dice Petro Junior, “no todo gira en torno a la política”? Aunque Nicolás ya no puede retractarse, lo que sí podría ocurrir es que su colaboración con la justicia, ablandada por la visita de su padre, no sea tan completa y entusiasta como lo prometió.
Para esclarecer cómo invirtió la millonada que El Hombre Marlboro y el turco Hilsaca, entre otros, le dieron dizque para financiar la campaña de su padre, pero que, según Nicolás en declaraciones contradictorias, solo entró en parte a la campaña porque el resto se lo quedó para pagar excentricidades personales.
¿Qué opinará la Fiscalía sobre que el principal objeto de las declaraciones de Nicolás Petro, su padre, resuelva a estas alturas ejercer su papel paternal, cuando las declaraciones de su hijo podrían complicarle su presidencia, ya bastante complicada de por sí?
Por lo menos su exesposa, Day Vázquez, dice que sí seguirá colaborando con la justicia. Si algo bueno tiene la visita del presidente a su hijo es que por lo menos reapareció no solo en la vida de su hijo, sino en la vida del país.