A las seis y diez minutos de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel, hoy miércoles 25 de octubre, en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la visita del presidente Petro a la China con la china, Laura Sarabia, quien, de regreso al Gobierno, sigue siendo como su cobijita de seguridad.
En el curso del día, seguramente, recibiremos noticias de cómo transcurrió el encuentro con su homólogo chino, el presidente y secretario general del Partido Comunista de la República Popular China, Xi Jinping. Las apuestas estaban volcadas a que este personaje no aceptaría discutir con Petro los contratos entre empresas chinas y el Distrito de Bogotá, ya firmados sobre el metro.
Aunque el mandatario colombiano todo el tiempo ha insistido en que este tema está en la agenda, de pronto nunca lo sabremos, por el secretismo que rodea el régimen chino y por el que rodea el régimen colombiano, pues, francamente, meterle el costo del desplazamiento del avión presidencial hasta la China para tirarse el metro de los bogotanos es una bofetada, además de una desproporción.
La pregunta es quién tiene más interés en quién: ¿Petro en codearse con el mandatario chino en sus delirios de líder y mundial, o Xi Jinping en Colombia bajo este gobierno como un aliado estratégico para el futuro? Por lo pronto, Petro cuenta haberse reunido ya para lo cual no necesitaba ir hasta Pekín, porque trabajan en Bogotá con las empresas concesionarias del metro y que ve despejado con ellos el camino para modificar su trazado.
Para volverlo subterráneo entre la calle 50 y las 72, y que los costos, dice Petro, los asumiría completamente el Gobierno colombiano. El presidente habla de los fondos públicos como si fueran de su bolsillo, tranquilamente, cuando en realidad pertenecen a todos los colombianos, quienes, con nuestros impuestos, estaríamos pagando esta nueva ocurrencia del presidente Petro.
Otra pregunta es si valía la pena viajar a la China con la china para ir a depositar una ofrenda floral al mausoleo del Presidente Mao Zedong. Del resto, sobre los motivos de la visita a la China con la china, no se entiende para qué tenemos al embajador Sergio Cabrera, que es tan bueno.
Si los temas serán ampliar las exportaciones a la China, cosa que puede discutir un embajador en el país donde presta su servicio, renegociar los términos de la deuda y superar el déficit comercial que tenemos con dicho país, todo para lo cual Sergio Cabrera estaría sobrado. Además de la Cancillería, que para eso está. Acerca del regreso de Petro al país, pues se supone que será mañana, porque sí resultaría insólito que el presidente se nos pierda en vísperas de las elecciones del domingo.
Lea la primera opinión de María Isabel Rueda de hoy miércoles 25 de octubre:
¿Qué opina María Isabel? Elecciones de alto voltaje
Muchos son los factores que amenazan el domingo. Están en juego la libertad de prensa; los territorios vedados a donde no dejan entrar al ejército; la amenaza extorsionista que podrían desencadenar las recompensas por no vender el voto; y, para completar, la confusión de por quién se puede votar y por quién no. Se supone que los jurados no pueden contabilizar los votos de los inhabilitados, pero el presidente Petro insiste en que sí lo hagan. Pregunta: ¿y los jurados electorales sí saben quiénes son?
A las 6 en punto de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel, hoy miércoles 25 de octubre, en SEMANA? Pues la opinión gira en torno al pre-caos electoral que se vive en estas elecciones del domingo, que cocina varios ingredientes.
El primero es el de las recompensas ofrecidas recientemente por el Gobierno por no vender el voto y más bien denunciar los ofrecimientos al respecto, que no es muy claro, probatoriamente como medida, cómo funcionará y si se convertirá en una feria de extorsiones a cambio del pago prometido.
Lo segundo, son los territorios vedados, que ya, para las autoridades de Ejército y Policía se evidencian, y que confirma que en varias veredas y municipios del país no puede entrar la autoridad pública. Y más bien, lo que está pidiendo las Farc de Iván Mordisco es que los territorios los cuiden la guardia campesina o la guardia indígena, como si la autoridad nacional tuviera territorios vedados.
Lo tercero es la denuncia de la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) por un decreto dictado por el Gobierno que, según dicha entidad, no solo vulnera el derecho a la libertad de expresión, sino el de informar y ser informados que tiene la ciudadanía. Una censura previa, calificó la Flip el decreto el respectivo, como las prohibiciones a la prensa de hacer entrevistas, que se entiendan con una intención política.
¿Y entonces para qué se hacen entrevistas el día de las elecciones si no es para cubrir políticamente la jornada? Es irónico que el decreto fuera redactado por la Dirección de Democracia del Ministerio del Interior. La misma duda prohíbe la prohibición de que los medios de comunicación puedan capturar imágenes en los puestos de votación, que son bien importantes para tener un poco un termómetro de cómo está funcionando la jornada electoral.
Eso, unido a las amenazas a periodistas por parte de grupos armados, que también ha denunciado la Flip y la Moe. Pero el colmo de los colmos es la demora del Consejo Electoral en decretar la inhabilidad de participar en las elecciones de cerca de 500 candidatos, que ha terminado en una confusa orden a los jurados de votación de que no se contabilicen dichos votos.
Aunque, aparentemente, hacerlo, si bien no permite la elección del candidato inhabilitado, sí sucedería que el voto por el candidato se contabilizará como voto válido del partido político, movimiento o grupo significativo de ciudadanos que le otorgó el aval.
Es que, a cuatro días de las elecciones, no es claro por quién se puede votar y por quién no. Y es insólito, realmente. Pero de visita a la China con la china, me refiero al presidente Petro y a su inseparable asesora Laura Sarabia, el mandatario, ocupado en otros problemas distintos a la falta de garantías que nos afecta en estas elecciones, se pronunció por X que solicita al Consejo Electoral contar los votos.
O sea, sí contabilizar los votos de los candidatos que, según el presidente Petro, sus derechos políticos han sido protegidos por ellos. ¿Al fin qué?, ¿o los inhabilitan o no los inhabilitan? Pero es probable que el mandatario colombiano siga obnubilado mentalmente por su rodilla raspada, que le impidió gobernar a cabalidad durante una semana, antes de su viaje a la China con la china.