¿Qué estará opinando María Isabel hoy miércoles 17 de mayo en SEMANA?
La opinión va por los lados de los movimientos que en pro de la libertad de prensa han venido presentándose en el país en los últimos días.
Primero, vino el regaño de la Flip, la Fundación para la Libertad de Prensa, al presidente Gustavo Petro, quien se regodea en sus trinos diarios y permanentes con acusaciones como que un sector de la prensa tradicional ha desatado un genocidio sobre el pueblo, o que la prensa intenta dividir a la fuerza pública, cosas como esas.
Y anda enfurecido porque la prensa descubrió que un hijo de su ministro de Hacienda es parte de una comisión vinculada con el Banco de la República, que elaboró un delicado documento en el cual advierte que uno de los primeros efectos de la reforma al trabajo será que podrá perderse medio millón de empleos.
Según la Flip, las constantes acusaciones del presidente Petro elevan el riesgo al que están expuestos los periodistas. Por lo tanto, solicita al presidente que reconozca y afirme públicamente el papel central que tiene la prensa libre en una democracia, y se abstenga a emitir mensajes que perjudiquen la independencia de los medios.
Sólo falta que Petro ingrese las listas internacionales de los mandatarios, que son varios, que atacan la libertad de prensa.
Pero ayer llegó otro importantísimo espaldarazo, el de la Corte Constitucional, que busca apoyar una ley que regule la violencia digital contra las mujeres periodistas, en sentencia a un caso que lideraron la directora de SEMANA y varias de las más serias y activas periodistas mujeres dedicadas al oficio en Colombia.
Eso arrancó desde la campaña presidencial con las famosas bodegas petristas y ha continuado durante estos nueve meses de gobierno, en los que toda visión distinta contraria o crítica de los deseos del presidente es calificada como campaña de desinformación.
Por eso la Flip se lo advierte: “No vuelva a la prensa su antagonista, presidente Petro, porque abre la puerta a su criminalización o a la criminalización de los medios de comunicación”. ¿Eso no chilla con sus proyectos de paz total? Se sentará a hablar con los peores criminales, eso sí, pero con la prensa solo con los que aprueban su agenda.
Así quienes la critican jamás hayan empuñado un arma para imponer opiniones, esos no merecen interlocución.
Cuidado, presidente, ni su teflón lo salvaría de entrar a esa horrible lista negra de los regímenes enemigos de la libertad de prensa, donde lo esperan a usted Maduro y Daniel Ortega con los brazos abiertos.
Escuche aquí la otra opinión de María Isabel Rueda del día de hoy:
¿Qué opina María Isabel? Proyectos del Gobierno, en guerra de meteoritos
Eso es lo que parece que va a pasar, por lo menos en la Comisión Séptima de Cámara: que tres de los más importantes proyectos del Gobierno podrían terminar estrellándose entre sí y unos aniquilando a otros. ¿Se equivoca el Gobierno gravemente en su estrategia parlamentaria?
¿Qué estará opinando María Isabel hoy miércoles 17 de mayo en SEMANA?
Pues la opinión gira en torno a la pregunta de si el Gobierno se habrá equivocado en la estrategia legislativa que viene utilizando para tramitar sus reformas en el Congreso. Y la respuesta es: todo parece indicar que sí.
Porque hay colisión de meteoritos en la Comisión Séptima de la Cámara. Por ejemplo, es inminente que terminen encontrándose al tiempo tres importantes reformas: salud, trabajo y pensiones, y que de alguna manera se eliminen entre ellas; ya les explico por qué.
Primero se les está exigiendo a los congresistas que en tres semanas las evacúen, pero cada una ha encontrado inmensos reparos que producen larguísimos debates. La de salud, a la que no le ha faltado ni un día de críticas y que ya tumbó a los ministros Alejandro Gaviria, Educación, y Carolina Corcho, que era la ministra del ramo, viene recogiendo firmas en las últimas horas mediante el llamado “Pacto por la Salud”, del que es vocero el exministro Augusto Galán en apoyo a la petición al Gobierno de que retire esa reforma y los expertos se sienten desde cero a hacer un nuevo diseño de una reforma a la salud que arranque de lo que ha funcionado en Colombia y lo mejore en lugar de evaporarlo todo.
Ayer se aprobaron 21 artículos de 139, los menos polémicos, porque continúan bailando los más discutidos, como los que les quitan las funciones a las EPS. Fue calificado por el Gobierno como una victoria, pero en realidad es una victoria pírrica aprobar los artículos que no tienen mucho debate, aunque es muy probable que la reforma salga de la Comisión Séptima algún día aprobada, claro.
Ayer, importantes expertos, entre exministros, miembros de la sociedad científica, asociaciones de pacientes y representantes de EPS, pasaron por la Comisión y volvieron a anunciar sus graves advertencias sobre la crisis que puede sobrevenir en el país si este articulado se aprueba.
Uno de los conceptos que más sonó fue el del exministro Fernando Ruiz, quien sentenció: “En esta reforma, lo que importa no es el paciente, sino lo que importa es quién se va a quedar con la plata de la salud”.
En cuanto a la reforma al trabajo, pues una de sus ponentes, María Fernanda Carrascal, falló en su intento de forzar la radicación de la ponencia que no socializó con la mayoría de los partidos; tuvo que aplazarla.
La de pensiones ya puso a pensar al país, luego de que el ministro de Hacienda dejara flotando en el ambiente la sensación de que en el futuro nadie podrá pensionarse con más de dos millones de pesos en Colpensiones. Esto también sugiere, aunque soy muy clara en que no lo dijo el ministro, que las actuales pensiones que superan con creces dicha suma, sin ser de montos necesariamente exagerados, podrían ser susceptibles de recibir castigos tributarios en el futuro para buscar algo de equidad.
Por último, la declaratoria de independencia de La U, que fue la noticia de ayer, fue interpretada como un gran golpe al Gobierno, porque deja a sus parlamentarios en libertad de no votar los artículos de la reforma de la salud, pero yo estoy en desacuerdo: los deja en libertad de votarlos. El partido de “la mona” continuará insistiendo en los artículos con los que está de acuerdo, lo que más bien se dice es que enfila baterías contra la reforma al trabajo.
Y al otro supuesto partido independiente, el Conservador, pues continúa dividiéndose al Gobierno a su presidente Efraín Cepeda a punta de mermeladita. De manera que tal independencia de estos partidos es más mediática que práctica. En la práctica, “cero pollito”.