¿Qué estará opinando María Isabel hoy viernes 19 de enero en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a las quejas del presidente Petro en torno a los incidentes incómodos que ha vivido su hija Antonella, quejas totalmente justificadas. Las familias, sobre todo tratándose de los hijos menores de un mandatario o de gente que ejerce papeles públicos con notoriedad e involucrados en grandes controversias, deben quedar apartadas por parte de la opinión pública de las polémicas que sufran con sus progenitores.

A las familias, que tienen miembros que no se involucran en esas polémicas públicas y que simplemente intentan hacer sus vidas normales y cotidianas, hay que respetarlas. Por lo pronto me parece imposible que Petro logre manejar lo que les dicen a su esposa e hija en un parque de atracciones en la Florida, pero sí hay que propagar la cultura del respeto.

En un video quedó registrado lo que una transeúnte le dijo a la familia del presidente Petro. | Foto: Montaje El País

Pues ayuda si a esos menores se los mantiene en papeles poco protagónicos y apartados de las polémicas que los papeles públicos de una persona de la familia enciende. Sin embargo, también debe servir la ocasión al presidente por hechos que seguramente lo hacen sufrir profundamente como padre para que este haga una reflexión sobre su tendencia a polarizar el país.

La forma en que responde a cualquier crítica es así, polarizante, en lugar de explicar respetuosamente las críticas de quienes consideran, por ejemplo, para hablar de un caso reciente de las últimas horas, que la casa contratada en Davos, Suiza, por miles de millones para promover a Colombia como el país de la belleza, pues Petro responde ante esas críticas con rabia de que las derechas son tan parroquiales que les parece inapropiado proporcionarle a Colombia una promoción en el exterior.

Presidente Gustavo Petro. | Foto: Sebastian Barros/NurPhoto

¿Será que todos a los que les pareció demasiado costoso invertir el dinero que costó la casa en Davos quedaron matriculados en las derechas? Si Petro intentara ser menos polarizante quizá las agresiones que hoy tanto lamenta con razón de padre, faltaba más, contra su hija Antonella no se repetirían.

Educar a la opinión pública hacia la tolerancia es un ejercicio que da frutos, pero Petro, que es poco humilde ante las críticas e incapaz de tramitarlas sin responderlas con rabia e incluso con odio, pues poco hace por educar a la opinión, al contrario, cada día la polariza más. Por lo pronto, Antonella merece completar sin miedos esta última etapa de su niñez, repito, sin miedo a que sea hostigada por quienes tienen críticas contra su padre, justificadas o no, que es el presidente de la República.