¿Qué estará opinando María Isabel hoy jueves 16 de mayo en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a una curiosidad, la de por qué el presidente Petro, en lugar de pedir disculpas avergonzado por la porquería del contenido de los llamados ‘petrovideos’ en los que el anillo más cercano de su campaña planeaba cómo enlodar adversarios, y cómo para ganar las elecciones correr hasta los límites éticos en la campaña, lo que hace Petro es reclamar que lo que le hicieron fue una especie de Watergate.

La diferencia es que lo que el Partido Republicano le espiaba al demócrata eran estrategias y no porquerías. Nadie sabe quién grabó esas conversaciones que terminaron llamar llamándose ‘Petrogate’, pero en un hecho insólito la Fiscalía interroga al presidente Petro en calidad de víctima, lo cual sorprendió a muchos.

'Petrovideos'. Escándalo de la campaña de Gustavo Petro a la presidencia. | Foto: Semana

Porque entre lo planteado por la víctima y sus alfiles, estaba proyectar al alcalde Fico Gutiérrez como un depravado, atacar a Alejandro Gaviria o traérselo al futuro gobierno, como efectivamente sucedió. Discutir la posibilidad de destapar que el empresario barranquillero William Daes financiaba irregularmente la campaña sufragando a un equipo de comunicaciones que no era del agrado de la esposa del candidato, Verónica Alcocer.

Y cómo hacer una explosión controlada de las visitas de Piedad Córdoba, el hermano de Petro Juan Fernando, y su futuro Comisionado de Paz, Danilo Rueda, a las cárceles, que ya se había filtrado ante la opinión para proponer trueque de la extradición a cambio de apoyos políticos y financiación de los grupos criminales. Todo esto reveló lo que Petro ahora llama el Watergate colombiano de su campaña. Entonces la pregunta es: ¿y dónde está la tal víctima?

Lea la primera opinión de María Isabel de hoy jueves 16 de mayo:

¿Qué opina María Isabel? El dilema del Gobierno Petro

Como la reforma a la salud es su gran premio de la vanidad, ya no sabe qué hacer con un proyecto de reforma abreviada que preparó. El dilema radica en si presentarlo ante el Congreso en las próximas horas, lo que implicaría sacrificar dos reformas menos emblemáticas, la pensional y la laboral.

¿Qué estará operando María Isabel hoy jueves 16 de mayo en SEMANA? Pues la opinión es sobre el dilema del Gobierno en el Congreso. Bien es sabido que, para el presidente Petro, su fracasado proyecto de reforma de la salud es como la bandera de su gobierno. Lograr que el Congreso apruebe este proyecto sería el primer gran cambio del gobierno del cambio, que incluye a todo el país.

Sin embargo, hace unas semanas, el proyecto se vino abajo con todo su andamiaje y el presidente, a juzgar por la forma como se ha radicalizado y ha aumentado la agresividad de sus intervenciones públicas, ni soporta esta derrota ni está dispuesto a aceptarla.

Gustavo Petro, presidente de la República.

Es así como el Gobierno preparó un nuevo texto acerca de lo mismo, sólo que más corto para que su trámite sea más expedito. Los senadores que hundieron la primera versión han advertido que harán lo mismo con la segunda, pero al parecer el Gobierno está dispuesto a presentarla de todas maneras, a correr el riesgo, sólo que se le atraviesa en el camino un dilema casi mortal.

De presentar nuevamente la reforma a la salud con un mensaje de urgencia que implicaría la sesión conjunta de las comisiones séptimas de Cámara y Senado, y la paralela de sus plenarias, es decir, abandonando todo lo demás, pues necesariamente implicaría por falta de tiempo llevar al borde del sacrificio otras dos reformas banderas del Gobierno: la pensional y la laboral.

¿Qué hacer entonces? Aventarse con la reforma a la salud para satisfacer la vanidad del primer mandatario, al que –por cierto– ya no se le puede llamar jefe de Estado porque prepara llevar ante las Naciones Unidas la denuncia de la inutilidad de ese Estado que su propio jefe no ha podido manejar, o para compensar sus frustraciones al respecto de los fracasos del Gobierno en el Congreso con todo y sobornos a sabiendas de que ponen peligro los otros dos proyectos.

Gustavo Petro y el Congreso de la República. | Foto: Semana

Por cierto, para el cierre de este comentario, son notables las inquietudes que ha dejado conocer el Ministerio de Hacienda y demás expertos sobre los peligros de la reforma pensional, que desde ya se solicita hacer ajustes sobre ella, específicamente sobre su costo fiscal.

Entre otros, los organismos de control del Estado desconfían de que Colpensiones esté preparada para manejar con eficiencia el monumental traslado de recursos de los fondos privados que, como bien lo dijo el presidente a Asofondos, se hará cargo de millonarios dineros que ya no serán exclusivamente ahorrados, sino que en una inmensa proporción serán gastados, disminuyendo así la seguridad para la vejez en Colombia. Y todo esto en manos de un gobierno peligrosamente populista.