A las 6:10 a. m., ¿qué opina María Isabel hoy miércoles primero de noviembre en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la actitud asumida por Colombia desde el comienzo del encendido enfrentamiento entre Hamás e Israel.
Bien es sabido que en lugar de condenar el cobarde ataque terrorista que dejó varios muertos y secuestrados por parte de Hamás entre campesinos israelíes asentados en los conocidos como kibutz fronterizos, el presidente Petro, lejos de criticar el ataque, se mostró comprensivo con la causa palestina, como si ambas cosas fueran lo mismo.
Al mandatario colombiano poco le impresiona que causas justas tengan un brazo armado y sangriento, casi que lo considera como factor natural de la vieja teoría de las múltiples formas de lucha que tanto daño ha hecho en Colombia. ¿Pero acaso esos bárbaros de Hamás de verdad pensaron que su violenta arremetida contra israelíes desarmados y dedicados a los cultivos de la tierra en los kibutz no iba a producir una reacción contundente militar por parte de Israel?
Ahora, sí es bastante discutible que el Gobierno israelí, en manos del extremista Netanyahu, no se detenga por un momento a pensar si su reacción sin límites contra los habitantes de Gaza, así diga que les está avisando que se vayan porque va a acabar con Hamás y donde los ataques no solo han cobrado la vida de combatientes, sino de miles de niños, mujeres y ancianos, no está creando en el planeta un nuevo boquete de una guerra multilateral.
En este rinconcito del planeta, América Latina, ya Bolivia, para lo que pueda importar, anunció rompimiento de relaciones con Israel, y Chile y Colombia han amenazado con lo mismo, pero eso son cosquillas. El verdadero problema planetario sería que Estados Unidos no logre convencer a sus aliados israelíes de que morigeren su reacción, la cual han anunciado que será hasta aniquilar a Hamás, esto a costa de muchas vidas de civiles.
Y que mañana o pasado le dé a Irán, gran respaldo de Hamás, por entrar a actuar activamente en el conflicto y en cualquier momento veamos explotar otra peligrosa guerra de alcance global. Por lo pronto, Israel propone radicar a los civiles de Gaza en Egipto y no es claro si este país aceptará esta ola migratoria.
Pero pocas veces hemos visto una brutalidad igual, no solo en el ataque contra Israel por parte de Hamás y en su concepción misma, que Hamás ha utilizado para diseñar esta arremetida, y que Israel, reaccionando con toda su fuerza bélica contra sus atacantes, camuflados entre los palestinos que habitan en la Franja de Gaza, todos atacándose con misiles y drones que no logran parar las presiones internacionales, y menos aún, la de Bolivia en el hemisferio sur de las Américas.
Escuche la primera opinión de María Isabel Rueda de hoy miércoles 1 de noviembre:
¿Qué opina María Isabel? Empalmes embotellados
No en todas las ciudades veremos la cordialidad que reina entre la actual alcaldesa de Bogotá, Claudia López, y el alcalde electo, Carlos Fernando Galán. Esa película podrá repetirse en Barranquilla, pero muy difícilmente en Medellín, Cali y Cartagena, donde los empalmes serán probablemente a mordiscos.
A las 6:00 a. m., ¿qué estará opinando María Isabel hoy miércoles primero de noviembre en SEMANA? La opinión gira en torno al empalme entre los alcaldes de oposición al Gobierno elegidos el domingo pasado y los alternativos que ocupan sus cargos hasta el 31 de diciembre de este año.
Un gran ejemplo lo dieron Carlos Fernando Galán y Claudia López, que luego de darse un caluroso abrazo, se remangaron y comenzaron a empalmar con gran voluntad de que no se rompa, hasta donde se pueds, una continuidad entre los proyectos planeados y ya puestos en marcha de la alcaldesa en la ciudad, a quien ya jocosamente apodan la reina de la polisombra por la cantidad de obras que inició al tiempo en la ciudad.
Pero este ejemplo de cordialidad muy probablemente no se repetirá en muchas ciudades del país, salvo en Barranquilla, donde el repitente elegido alcalde Álex Char seguramente tendrá un grandioso, por decir lo menos, empalme con el actual alcalde Jaime Pumarejo, de su misma corriente política. Esa continuidad que entre otras ha logrado que Barranquilla brille por su progreso y por haberse convertido en una de las ciudades más bonitas, más acogedoras y más progresistas, ahí sí para utilizar el término correcto, de la ciudad.
Pero lo que será por ejemplo en Cali y Medellín nadie lo puede predecir, ¿qué sucederá por ejemplo entre Fico Gutiérrez y el reino de Daniel Quintero en la capital antioqueña, donde este hizo y deshizo con la estructura administrativa y empresarial de la ciudad y donde incluso su esposa mandaba como si hubiera sido electa democráticamente en el paquete?
No la veo fácil para Fico, tampoco para Alejandro Eder en Cali, que siendo un alcalde electo con gran sensibilidad social, tendrá que empalmar con Jorge Iván Ospina, que permitió que la ciudad se volviera aches y erres en las protestas sociales sin ningún control, y que incluso permitió rebautizar calles y convertir lugares de la ciudad en íconos de la revuelta. ¿Qué tanto permitirá Ospina a Eder hacer un empalme para asumir las riendas de esta ciudad cuyo rumbo actual nos preocupa tanto?
Lo mismo podemos preguntar sobre Cartagena con William Dau, un alcalde que con fama de loquito por sus frecuentes salidas verbales fuera de tono y su manejo totalmente errático de la ciudad lo convirtieron muchas veces o en el hazmerreír de los habitantes de La Heroica o en su terror por el futuro de la ciudad.
Prueba de lo difícil que será el empalme con su sucesor Dumek Turbay es que Dau salió muy respetuosamente a celebrar el Halloween, ni corto ni perezoso, disfrazado con una camiseta que decía Dumek, una máscara con el rostro del nuevo alcalde y cargando en la mano una bolsa con el signo pesos, ¿se habrá visto una mayor falta de respeto realmente? Y el augurio que el empalme será tormentoso. Estos ejemplos demuestran que el país está fracturado. La gran obra, por lo menos la primera palpable, por ahora, del régimen de Gustavo Petro Urrego.