El domingo 28 de mayo se registró un nuevo movimiento sísmico que se sintió en varias regiones del país. Según precisó el Servicio Geológico Colombiano (SGC), el epicentro del temblor estuvo ubicado a 10 kilómetros del municipio de Los Santos, Santander, con una magnitud de 5,7 en la escala Richter.
El sismo sacudió ciudades como Bogotá, Ibagué, Manizales, Pereira, Paipa, Armenia, Bucaramanga, Medellín, Neiva, Mosquera, entre otras. Los ciudadanos afirman que el movimiento se sintió inicialmente fuerte, se detuvo un momento y se volvió a intensificar.
Los movimientos sísmicos han sido una constante en varias partes del país. De hecho, el temblor registrado el pasado miércoles, 24 de mayo, en el mar Caribe, el cual tuvo una magnitud de 6,6 y una profundidad menor a los 30 kilómetros, dio paso a decenas de réplicas.
Durante cerca de 12 horas, la Red Sismológica Nacional registró 82 réplicas derivadas de este movimiento presentado en la frontera de Colombia y Panamá, y que fue sentido en diferentes regiones del país.
Los frecuentes temblores han motivado preocupación e, incluso, el pánico para algunas personas. En ese orden de ideas, vale la pena recordar en qué consiste la escala sísmica bajo la cual se miden estos movimientos.
El Servicio Geológico Mexicano reseña que la escala de Richter “fue ideada en 1935 por el sismólogo Charles Richter y los valores van de 1 al extremo abierto. La medición es cuantitativa, mide la energía sísmica liberada en cada sismo independientemente de la intensidad”.
Esta escala “se basa en la amplitud de la onda registrada en un sismograma. Es la manera más conocida y más ampliamente utilizada para clasificar los sismos. Teóricamente, no tiene límite, pero un 9 en esta escala equivaldría a un Grado XII de Mercalli, es decir ‘destrucción total’. El mayor terremoto en la historia conocida tuvo lugar en Chile, en 1960, alcanzando los 9,5 grados Richter”, anota la fuente consultada.
A continuación, la relación entre magnitud (escala Richter) y posibles efectos, según cita el Servicio Geológico Mexicano:
- Menos de 3,5: generalmente no se siente, pero es registrado por los equipos especializados.
- 3,5-5,4: a menudo se siente, pero solo causa daños menores.
- 5,5-6,0: ocasiona daños ligeros a edificios.
- 6,1-6,9: puede ocasionar daños severos en áreas donde vive mucha gente.
- 7,0-7,9: terremoto mayor. Causa graves daños.
- 8 o mayor: gran terremoto. Destrucción total a comunidades cercanas.
Si bien el reciente temblor de 5,7 grados en la escala de Richter, con epicentro en Los Santos, alcanzó una magnitud capaz de ocasionar daños ligeros, en esta oportunidad no hubo reportes de daños estructurales.
No obstante, el riesgo permanece latente, de manera que es importante que las construcciones venideras cumplan con normativa sismorresistente para prevenir eventuales tragedias ante situaciones de esta naturaleza.
¿Por qué tiembla tanto en Los Santos, Santander?
A propósito del movimiento telúrico en mención, el Servicio Geológico Colombiano hizo una breve explicación a través de su cuenta de Twitter sobre por qué hay tanta actividad sísmica en esta región.
En primer lugar, el SGC indicó que cerca al municipio de los Santos, Santander, está ubicado el Nido Sísmico de Bucaramanga. Un lugar donde tiembla casi todos los días y representa el 60 % de la sismicidad en el país.
“El Nido Sísmico de Bucaramanga es una zona con una concentración inusual de sismos, comparable solo con dos lugares similares en Vrancea, Rumania, e Hindo-Kush, en Afganistán. El municipio de Los Santos es el epicentro de la gran mayoría de los sismos de profundidad intermedia que se originan en el Nido Sísmico de Bucaramanga”, anotó el SGC.
Así mismo, detalló que hay dos características principales de la mayoría de estos sismos:
- Su profundidad: alrededor de 150 km.
- Magnitudes bajas a moderadas.
Respecto a por qué el temblor se sintió con fuerza en Bogotá, el SGC puntualizó que “entre más profundo sea un sismo, más puede expandirse su energía en el territorio”.