A Dimar Torres lo encontraron desnudo, desfigurado, tendido en el piso. El lunes, alrededor de 80 campesinos de la vereda Campo Alegre, en Convención (Norte de Santander), lo ubicaron muy cerca de un asentamiento militar con un disparo en la cabeza, uno en la columna y otro en una pierna. La comunidad había llegado hasta el lugar luego de oír disparos, advertir su ausencia y, en un acto desesperado, rastrear el campamento del Ejército. El excombatiente de las Farc murió cuando regresaba en su moto desde Miraflores, donde había ido a comprar unos machetes que le hacían falta para terminar un trabajo en la finca. Le puede interesar: ¿Qué se sabe del exmiliciano de las Farc asesinado en Catatumbo? Los videos de los campesinos que buscan a Dimar y encaran a los militares se regaron por las redes sociales, llegaron a los medios, y las autoridades salieron a dar explicaciones. El Ejército dijo el martes que apenas conoció de la muerte de Torres dispuso una comisión para investigar y empezó a colaborar con la Fiscalía para esclarecer lo sucedido. “El comandante de la Segunda División del Ejército aportará el desarrollo de las diligencias a las autoridades competentes”, aseguró en un comunicado. El miércoles se supo que el excombatiente de las Farc murió por balas del Ejército. “Según un cabo, le trataron de arrebatar el fusil, y en el forcejeo se le accionó el arma y dio muerte al exintegrante de las Farc”, dijo Guillermo Botero, el ministro de Defensa. Agregó que el soldado estaba solo cuando forcejeó con el excombatiente. “Suena que en una lucha cuerpo a cuerpo los disparos son a corta distancia”, explicó. Botero negó que la muerte fuera un crimen de Estado, y agregó que “goza de presunción de inocencia un homicidio ejecutado por un miembro de la fuerza pública”. Pero la comunidad tiene dudas sobre estas versiones. Cuando buscaban a Torres, en inmediaciones del campamento militar, encontraron un hueco que parecía una fosa. “Tenía el tamaño de una persona adulta acostada”, contó un testigo. También los inquieta que los soldados negaron saber algo cuando ellos fueron a buscar a Dimar, luego de oír los disparos. Además, se preguntan por qué tiene impactos de bala en su cabeza, su torso y una pierna, lo que los hace dudar de una lucha cuerpo a cuerpo, como dijo el ministro. Finalmente, los resultados del examen forense de Medicina Legal establecerán cómo murió el excombatiente. Le sugerimos: "A un cabo le trataron de arrebatar el arma y en el forcejeo se le accionó": MinDefensa Dimar Torres nació el 15 de noviembre de 1979 en Miraflores, otra vereda de Convención, a 20 minutos de donde vivía. Durante más de diez años fue miliciano de las Farc; trabajaba como un brazo de la organización entre la comunidad. Participaba de encuentros como las reuniones periódicas de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización. De hecho, cuentan los habitantes de Campo Alegre que se había vuelto más activo desde hace dos años, cuando se supo oficialmente que la guerrilla dejaría las armas. Desde la firma del acuerdo de paz en el Teatro Colón había decidido rehacer su vida en la región que mejor conocía. Se dedicaba a trabajar la tierra al lado de su familia y su pareja, que está embarazada. Torres se convirtió en uno de los casi 100 excombatientes muertos violentamente desde la firma del acuerdo de paz. La Farc habla de 96; la II Misión de la ONU, de 129; y la Unidad Especial de Investigación de la Fiscalía, de 129. Las cifras varían, pero la situación solo tiende a empeorar. Solo en la mitad de los casos, la Fiscalía logró determinar cuál fue la causa de los asesinatos de los excombatientes. En el caso de Dimar Torres, urgen las respuestas. La Comisión de Paz del Congreso programó una visita al lugar para recabar información sobre lo sucedido. Antes de que los convoquen a un debate en el Capitolio, el Ejército y el ministro de Defensa deberían dar claridad al país sobre lo sucedido.