Colombia celebrará lo que coloquialmente se conoce como “el grito de libertad” este jueves 20 de julio; un día festivo en el que anualmente se conmemora una serie de sucesos trascendentales que marcaron el inicio de la independencia de lo que entonces era la Nueva Granada bajo el dominio de la corona española.
Hace 213 años, el 20 de julio de 1810, en la casa de José González Llorente, en Santafé (ahora Bogotá), fue la gota que derramó el vaso para un sector de la población criolla que anhelaba, desde hacía tiempo, liberarse del yugo español y conseguir la igualdad entre americanos y españoles.
Motivados por otros movimientos independentistas presentes en otros países del continente americano, que ya habían tenido éxito en Estados Unidos (1775-1783) y Haití (1791-1803), los neogranadinos aprovecharon la debilidad del Imperio español a causa de las invasiones napoleónicas y la crisis sanitaria en la región peninsular por enfermedades como la viruela y la fiebre amarilla para llevar a cabo el proceso de independencia del entonces denominado Virreinato de la Nueva Granada.
Según el archivo de Bogotá, los criollos comenzaron a planear una estrategia política para generar desorden público y tomar el poder, por lo que Antonio Morales, miembro del cabildo de Santafé, propuso utilizar al comerciante español José Gonzáles Llorente para iniciar los altercados a través del préstamo de un florero para, supuestamente, adornar la mesa del banquete en honor al comisionado Antonio Villavicencio.
La propuesta fue aceptada por los criollos y eligieron el viernes 20 de julio de 1810 para llevar a cabo el plan, ya que este día habría gran concentración de personas en la plaza porque era el día de mercado. Como lo tenían previsto, Llorente se negó a prestarles el florero, lo que desencadenó una disputa entre criollos y españoles que resultó en una rebelión de todo el pueblo contra sus colonizadores.
Los hechos de aquel 20 de julio de 1810 fueron precedidos por la revolución de los comuneros en 1781, que fue una protesta contra los abusos de poder y los altos impuestos por España para financiar su participación en la guerra de independencia de Estados Unidos, lo que significa que el florero de Llorente fue solo el detonante de una lucha por la liberación de un pueblo oprimido por sus colonizadores.
Sin embargo, ese día no sucedió ni el primer, ni el último grito de independencia en la Nueva Granada. El hecho es que cada una de las regiones de la actual Colombia tuvo un proceso de independencia distinto: en Cartagena, por ejemplo, este hito se conmemora el 11 de noviembre de 1811, mientras que en Cali, Buga y Socorro, las rebeliones empezaron varios años atrás.
Este proceso de liberación enfrentó varios desafíos y conflictos internos, hasta que finalmente concluyó con la consolidación de la independencia en 1819 y la disolución de la Gran Colombia (conformada por Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela) en 1830.
Es así que el 20 de julio se convirtió en un símbolo patriótico y de identidad nacional que tiene como propósito conmemorar y reflexionar acerca de aquellos sucesos históricos de un pueblo que con persistencia y determinación consiguió la emancipación de todo un país; y de la misma forma, para reconocer los desafíos que aún persisten en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
¿Cómo se celebra el día de independencia en Colombia?
Anualmente, Colombia celebra el 20 de julio con ceremonias, actos protocolarios que cuentan con la participación de actores gubernamentales o políticos, desfiles militares y eventos culturales como conciertos, festivales, gastronomía, entre otros, en todo el país, aunque con mayor intensidad en Bogotá, la capital del país.