El Embajador de Colombia en Nicaragua, León Fredy Muñoz, se pronunció luego de la ola de criticas que recibió por haber participado en las marchas y las celebraciones del aniversario de la revolución sandinista.

A través de su cuenta de Twitter señaló que ‘’el rol que debe cumplir un embajador como Jefe de misión, nunca debe ir más allá de proteger los intereses nacionales del Estado que representa’'.

El mandatario nicaragüense ha manifestado en varias ocasiones que es una exigencia que Colombia acate el fallo de La Haya.

Asimismo destacó que ‘’estos intereses se deben proteger y valorar a partir de la proactividad del Embajador y la generación de puentes a través de las relaciones humanas para que la comunicación entre las partes sea efectiva y armoniosa’'.

Y aseguró que dichos intereses nacionales sensibles que el Estado colombiano promueve desde la Embajada que preside, son tres.

1. Velar por los connacionales colombianos residentes en Nicaragua.

2. Promover el comercio y turismo entre los estados.

3. Dar a conocer la cultura colombiana materializada en artes y la academia en forma de poder blando.

Muñoz añadió a su comunicado que ‘’de esta forma el relacionamiento del Embajador, con el Gobierno de Nicaragua, debe ser estratégica para poder llevar a cabo la mejor representación de Colombia, la cual tiene que dejar de ser vista únicamente como un símbolo o una figura decorativa’'.

El embajador señaló que ‘’como lo ha dicho nuestro Presidente, Gustavo Petro, la Diplomacia del Gobierno del cambio debe ser una Diplomacia franca, mirando directamente al otro, simpatizando con el otro para lograr objetivos que como Embajador es mi obligación cumplir’'.

Daniel Ortega, León Fredy Muñoz y Gustavo Petro | Foto: NO

Por otro lado, Muñoz, dejó saber que gracias a la buena comunicación que se tiene con el Gobierno de Nicaragua ‘’se logró la exoneración de grandes multas migratorias a más de 20 connacionales en estado de vulnerabilidad, para que puedan retornar a Colombia’'.

Asimismo destacó que se logró mejorar la situación a los connacionales privados de la libertad en las diferentes cárceles de ese país y ‘’como si fuera poco desde mi posesión he priorizado el otorgamiento de visas al turismo de calidad, otorgando así más de 500 visas, para que los nicaragüenses puedan conocer las maravillas que posee nuestro país, además de las gestiones por establecer una ruta directa comercial por aire y mar’'.

Además de las gestiones nombradas anteriormente indicó que ‘’en el campo cultural y académico hemos expuesto lo mejor de la música colombiana y otras artes; estamos a punto de firmar importantes acuerdos que favorecerán a estudiantes técnicos colombianos y el intercambio de experiencias científicas que, sin lugar a duda, será una victoria para el pueblo colombiano’'.

Cierra el comunicado señalando que ante las gestiones propias de la Embajada y los relacionamientos propios del protocolo entre gobiernos ‘’es mi obligación como Embajador, participar en reuniones o actividades importantes para el Gobierno Sandinista, ya que debo hacer presencia estratégica para cuidar los intereses nacionales de Colombia en Nicaragua. Esto más allá de las estratégicas jurídicas e la Haya o en los organismos multilaterales. Puntualiza Muñoz.

Las criticas al embajador León Fredy Muñoz llovieron luego de que en dichas marchas asegurara que “eso es admirable. Lo que yo he sentido desde el 30 de septiembre que llegué acá a Nicaragua (...) es un pueblo alegre, un pueblo bonito, un pueblo amable y, sobre todo, un pueblo que está convencido de su revolución”.

Asimismo aseguró que “La verdad, estoy gratamente sorprendido. Aquí, en León, esta celebración, esta conmemoración de este 7 de julio es una cosa maravillosa”.

León Fredy Muñoz y Daniel Ortega. | Foto: NO

Sus declaraciones y la participación en esta celebración del régimen de ese país ya han generado críticas incluso en el panorama internacional. El senador de Estados Unidos, Marco Rubio, criticó a Muñoz.

“Es inconcebible que el embajador del Gobierno Petro aplauda una revolución marxista y sangrienta. Es un grave insulto a todos los nicaragüenses y exiliados que aún sufren las repercusiones de los sandinistas”, criticó Rubio.