"Queremos que nos ayuden, que manden seguridad especial para nosotros", es el ruego de un indígena embera que, con poca fluidez del idioma castellano, trata de comunicarle al país que mientras la mayoría de colombianos están resguardados en sus casas en prevención al contagio del coronavirus, ellos le huyen a las balas en Bojayá.
En la grabación difundida por la Federación de Asociaciones de Cabildos Indígenas del Chocó (Fedeorewa) se ve a más de diez niños asustados que junto a sus padres tratan de ocultarse de los disparos que se escuchan a lo lejos. Los más pequeños son cargados por sus madres en la espalda, mientras los hombres guian el camino entre los matorrales.
Esta escena la viven desde el 3 de abril los indígenas de la comunidad de Nueva Jerusalén en el municipio chocoano, más específicamente del resguardo Pichicora Chicué Punto Alegre, en Río Chicué. Según relata la carta enviada por Fedeorewa, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia y el ELN se han enfrentado sin parar desde ese día "causando la explosión de 10 granadas fragmentarias".
Los indígenas denuncian que el pueblo Embera ha sido usado como "escudo humano" en la línea de fuego cruzado, violando con esta acción los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario. "Muchas familias continúan allí adentro del fuego cruzado que ocurre en la comunidad solo 37 familias lograron huir hacia la comunidad de Peñita a la cual llegaron para resguardar sus vidas", dice la misiva. Los grupos criminales inmovilizaron los botes de la comunidad y quienes están en sus casas solo esperan que las balas no ingresen por las paredes, obligados al confinamiento permanente que lejos está decompararse con el que viven otras comunidades ante la pandemia de covid-19.
Nueva Jerusalén tiene 37 familias que representan 193 habitantes, pero el fuego cruzado en la comunidad también afecta a cerca de 928 personas más que viven en otras poblaciones cercanas, jurisdicción de Fedeorewa y de la Asociación Orewa. Este es el mensaje final de los indígenas: "Hacemos el llamado de emergencia a las organizaciones humanitarias, al comité internacional de la Cruz Roja CICR, la Defensoría del Pueblo a nivel nacional, la alcaldía del Municipio Bojayá, la Gobernación del Chocó, la Procuraduría General de la Nación, a la inmediata intervención que pueda garantizar los derechos fundamentales de la vida y la alimentación de los habitantes afectados por esta ola de violencia que envuelve a nuestros territorios de origen".