El Ejército no ha podido aclarar quién fue la persona que dio la orden para que uniformados llevaran prendas de uso no oficial con las cuales se vistieron y se hicieron pasar como disidentes de las Farc, para amenazar a los pobladores de la vereda Bocas del Manso, en Tierralta, Córdoba.
Entre esas prendas estaban pasamontañas, camisas negras y botas de caucho con las cuales los militares se caracterizaron como integrantes de un grupo armado ilegal. Si bien el Ejército reveló que por estos hechos fueron llamados a calificar servicios 18 militares, entre los que se encuentran tres coroneles, la institución no ha dado respuesta sobre quién dio la orden para que los uniformados llevaran en sus equipos dichas prendas.
Desde el Ejército se informó que quien dio la orden para que los militares se vistieran de disidentes de las Farc fue un sargento de apellido Aldana, quien hasta el momento no ha dado una explicación sobre por qué tomó esa decisión y por qué llevaban las prendas con las que se caracterizaron para intimidar a los pobladores.
El Ejército explicó que los militares se encontraban en la región por temas relacionados con narcotráfico. “El día 28 de agosto de 2023, ingresó un pelotón con el objetivo de realizar tareas de reconocimiento, en atención a la información previa con la que se contaba, de corredores de movilidad empleados para las economías ilícitas por parte de grupos criminales”, señaló la institución castrense.
De igual manera la autoridad militar reconoció que el actuar de los militares no estuvo dentro de los protocolos establecidos. “Lo registrado en los videos y los resultados de la inspección determinaron que los procedimientos efectuados, fueron totalmente contrarios al actuar institucional, trasgrediendo las normas, las leyes y la doctrina militar, al realizar actos inapropiados en contra de la población civil, emplear prendas no autorizadas, cubrirse el rostro, usar inadecuadamente las armas de la República; entre otros aspectos tácticos militares”.
Sin embargo, el Ejército dentro de sus explicaciones no ha informado porque los uniformados implicados que estaban en el área llevaban las prendas que impedía la plena identificación de los militares.
Según fuentes de la institución castrense, a cargo del pelotón se encontraba un teniente quien en el área de operaciones sufrió de estrés postraumático y a cargo quedó el sargento Aldana, quien fue el que finalmente dio la orden de ir hasta la vereda Bocas del Manso a intimidar a los pobladores vestidos de disidentes de las Farc.
“El oficial comandante de la Compañía cumplirá su tratamiento e incapacidad y seguirá vinculado a las investigaciones que cursan por estos hechos”, dijo el Ejército sobre el capitán que tenía la misión de mantener el orden y el control en la zona y quien se apartó por el estrés postraumático sufrido.
De acuerdo con el Ejército se esperan los resultados de las diferentes autoridades judiciales y disciplinarias para establecer quién fue el militar detrás del operativo ilegítimo en el Manso y establecer porqué el Sargento Aldana tomó la decisión de avanzar con un grupo de soldados hacia la vereda para amenazar a los campesinos.
Por este caso, fueron retirados del Ejército tres coroneles por falta de mando, control y omisión de sus funciones, sin embargo, sobre el general Óscar Leonel Murillo, comandante de la Séptima División y directo responsable de las actuaciones de los hombres que llegaron a Tierralta, a la ilegal operación en Bocas del Manso, se confirmó que se mantendrá en el cargo ejerciendo sus funciones como comandante ordenando nuevas operaciones militares.