En las últimas horas llamó la atención la actitud desafiante de un concejal de Medellín, suscrito al Centro Democrático, que salió en un video con una banda negra en su boca que dice “no más Uribe”.
“Uribe trató de silenciar nuestra voz y la voz de las miles de personas a las que representamos desde el Concejo. La justicia nos dio la razón. Ahora el que debe irse es él. No vine a representar a un partido o un expresidente. Estoy aquí para trabajar por Medellín”, afirmó Corredor.
Las críticas a Corredor desde el partido no se han hecho esperar. En las últimas horas, varios líderes y simpatizantes lo han cuestionado por haber sido elegido con este logo y tener actitudes en contra de la colectividad.
“El concejal Albert Corredor es un traidor; no se le debe expulsar de Centro Democrático, eso es lo que él busca para conservar la curul y poder seguir recibiendo mermelada de la Alcaldía de Medellín. Hay que aplicarle estatutos del partido, quitarle voz, voto y aval para futuras elecciones”, pidió el representante Christian Garcés.
Con esa idea se han alineado varios líderes de la colectividad. Consideran que el propósito de Corredor es buscar que lo saquen del partido para que pueda irse a otro sector y hacer campaña.
Desde hace un tiempo el concejal se ha visto cercano al alcalde Daniel Quintero, a quien el uribismo en Medellín le ha hecho una fuerte oposición. En varias publicaciones ha salido abrazado con Quintero, cuando en campaña se tomaba fotos y hacía correrías con el expresidente Uribe en la ciudad.
¿De dónde salió Corredor y por qué cambió de sector? El senador Gabriel Velasco reconoció que el concejal llegó a la lista del uribismo por recomendación suya. Aclaró que Corredor traicionó su confianza y la que él había puesto en el partido por el trabajo que pensaba que iba a hacer.
“Ayudamos en su proceso, su llegada. He pedido disculpas públicas. Confiamos en las personas, pero el actuar dejan mucho que desear. Se aprovechó del partido, del presidente Uribe y de todos nosotros”, reconoció Velasco a SEMANA.
Agregó que es un “descarado” por pedir la renuncia del expresidente Uribe y que no representa los valores de la colectividad.
“Está buscando que lo expulsen del partido para llegar a otras huestes, es triste. Me siento desilusionado, es una persona que iba a apoyar, venir a ayudar a construir”, dijo Velasco.
El senador reconoció que desde que fue elegido no habían sostenido muchas conversaciones. Considera que de fondo podría haber intereses políticos cercanos a Quintero, pero que no tiene certeza qué lo motivó a traicionarlos. “Lo hicimos de buena fe, nos equivocamos profundamente”, aseguró Velasco.
Uno de los hechos que marcó el cambio de parecer de Corredor fue cuando fue sancionado por la colectividad, junto a otros tres concejales de Medellín por el Centro Democrático, por haber desacato las órdenes del partido.
El primer hecho fue en septiembre del año pasado cuando cuatro cabildantes de la colectividad se fueron a visitar una filial de EPM en México, pagados por la administración distrital, lo que molestó al expresidente y a las directivas del Centro Democrático y hasta les acarreó una sanción. A eso se le sumó que un mes después no apoyaron al concejal Simón Molina a la presidencia del cabildo distrital.
El partido tomó la decisión de sancionarlos por supuestamente haber violado el régimen de bancadas; sin embargo, en los últimos días el Consejo Nacional Electoral decidió que la medida fue desproporcionada.
Los cuatro concejales sacaron un comunicado pidiendo la renuncia de la directora Nubia Stella Martínez y todos los dirigentes de la colectividad. De hecho, un sector viene cuestionando a la directora desde hace tiempo buscando sacarla del cargo, pero un grueso de la bancada la ha respaldado.
Los líderes del Centro Democrático se han alineado con la idea de que Corredor no debe ser expulsado porque, según ellos, “se saldría con la suya”, es decir, se podría ir a otros sectores sin perder su curul.
En cambio, consideran que si renuncia, ese escaño quedaría para alguien de la colectividad. Si busca repetir la curul, no quedaría impedido si está fuera de la colectividad, por lo que consideran que deben imponérsele sanciones por sus decisiones, antes que sacarlo.
Los mismos concejales del partido, que se han mantenido fieles a la colectividad y que han evidenciado los cambios de Corredor, criticaron sus acciones de los últimos días.
El cabildante Julio Enrique Gómez dijo que es un “aparecido en política” y un “oportunista” que se hizo elegir por el partido.
“Es un descarado. Yordano Corredor, tenga dignidad y renuncie. Usted lo que quiere es que lo expulsen del partido para quedarse con la curul. Sea generoso, sea serio, esa curul se la debe al Centro Democrático; entonces, en consecuencia, si tiene dignidad, renuncie. Usted lo que es, es un sinvergüenza, le hace mal a la democracia, es íntimo de Daniel Quintero”, afirmó Gómez.
El concejal agregó que, incluso, Corredor habría llevado información del partido a Quintero. “Usted es de los que no puede aparecer en la política colombiana. Renuncie si tiene dignidad, usted es de Petro y de Quintero Calle”, señaló Gómez.
Esas críticas fueron contestadas por Corredor, quien comentó: “A nosotros nos eligió Medellín, a usted lo colocó el clan político condenado de los Ramos negociando una renuncia para darle voz a la revocatoria que investigan por triangulación de platas calientes. Yo no soy borrego de nadie, me debo a la gente”, dijo el concejal.
A pesar de que la actitud de Corredor ha sido fuertemente cuestionada desde el uribismo, algunos líderes afines de otros sectores lo han respaldado. La esposa de Quintero, Diana Osorio, exaltó la actitud de Corredor.
“Valiente Albert Corredor, pedir la renuncia de un hombre que se opone a los cambios que necesita un país al que le toma 12 generaciones la movilidad social. El cambio en primera”, comentó la esposa del alcalde Quintero, quien además ha dicho que votará por Gustavo Petro.
SEMANA habló con el concejal Corredor para conocer su versión. Dijo que es la primera vez que aspiraba a un cargo de elección popular y que aunque viene del sector empresarial, no cuenta con grandes apoyos políticos ni gamonales.
Afirmó que llegó al Centro Democrático a pedir el aval para las pasadas elecciones regionales, pero que no fue fácil. Negó que supuestamente Velasco lo haya apoyado en su llegada al Concejo de Medellín y al partido. “Lo conocí en algún momento, como cualquier relación, pero no llegue por él”, dijo.
Reconoció que tiene una amistad personal con el alcalde Quintero, incluso desde antes que el mandatario paisa llegara a esa administración. Igualmente, afirmó que hizo “campaña por la paz” y que fue parte de la campaña regional de Humberto de la Calle en las pasadas elecciones.
Considera que con su logro, desplazó fuerzas electorales del uribismo en la ciudad y que desde entonces fue declarado “objetivo político”.
Corredor mencionó que uno de los primeros hechos que lo hicieron tomar decisiones contrarias a la colectividad fue la revocatoria de Quintero. Tampoco estuvo de acuerdo con la idea de declararse en oposición al alcalde. Reconoce que negarse a votar por el concejal Simón Molina para la presidencia de esa corporación fue lo que desató la controversia.
¿Por qué decidió entonces aspirar por el Centro Democrático cuando no se sentía afín a ese proyecto? Sobre este punto dice que no conocía la realidad del partido y que en su casa siempre “han sido muy uribistas”, pero que eso ha ido cambiando.
“Hemos apoyado al expresidente en sus candidaturas, pero cada vez lo quieren menos. Mis cercanías personales desde el sector empresarial antioqueño me llevaron allá, fui y pedí un aval y lo logramos”, reconoció Corredor.
Sobre por qué se inscribió por el partido, teniendo esos reparos, puntualizó: “No tenía conciencia y esperaba de una manera ingenua transformar muchas cosas, quería acercar el partido a las comunidades. Fracasé en el intento”.
Sobre las críticas en las que le dicen “traidor”, contestó: “Enfrentarse a algo tan grande es costoso y sé en lo que me estoy metiendo. Lo que pasa es que ese miedo que tiene la gente a decir ‘no estoy de acuerdo’ al interior, y enfrentar la realidad con contundencia, no es fácil. Si alguien está traicionando a Medellín, son ellos. Nos dejaron cinco meses sin voto”, reclamó Corredor.
Asegura que no piensa renunciar a su curul como algunos le han pedido. “No pienso renunciar. Estoy firme en mi posición, ellos son los que tienen que renunciar”, reclama.
Más allá de la decisión de Corredor, la alerta en el Centro Democrático está encendida porque los otros tres concejales del partido, que han tomado decisiones similares, y en contra de las directivas, podrían tener el mismo rumbo.