Durante los últimos días el país se ha visto conmocionado por una impactante noticia. En Arizona, Estados Unidos una familia colombiana falleció luego de un choque vehicular por el que también murieron los pasajeros del automóvil que generó el accidente.El núcleo familiar que murió estaba conformado por Carlos Mario Peña, Soraida Delgado y sus dos hijas gemelas, Manuela y Juliana. Peña se desempeñaba como director de Urgencias y Emergencias en Salud de la Alcaldía de Bogotá.El accidenteSegún informó un medio local, una imprudencia de un conductor que habría estado bajo efectos del alcohol fue lo que cobró la vida de seis personas, incluyendo la propia. “Seis muertos en colisión frontal de vehículos cerca a Cameron”, es el titular de la nota del portal Navajo Times -periódico local de Arizona, Estados Unidos, en la que dieron a conocer al público el trágico suceso.En palabras del diario, el accidente sucedió el sábado 6 de enero hacia las 5:30 pm sobre la ruta 89. El carro que iba en sentido sur albergaba la familia. El motorizado que iba en sentido norte resguardaba a dos personas (cuyos nombres no fueron revelados) al igual que varias botellas y contenedores de alcohol, señalaron las autoridades.
“Un oficial de la ley, que no quiso ser identificado, le dijo al Navajo Times que el auto con los dos hombres de Kayenta aparentemente cruzó la línea central hacia el carril de la familia”, describe el periódico estadounidense, agregando que “el alcohol podría haber sido un factor” del terrible choque.Al saberse en Colombia el triste suceso, cientos de personas empezaron a reaccionar en sus redes sociales dado el fallecimiento de Peña.“Qué triste noticia. Nuestra solidaridad. Carlos Mario Peña Jaramillo, exdirector de Derechos Humanos de Antioquia murió el sábado pasado junto a su esposa Soraida Delgado y sus dos hijas, Manuela y Juliana, en accidente de tránsito en Estados Unidos. Un abrazo a su familia”, trinó Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín.
“Perdimos a Carlos Mario Peña un amigo, un colaborador serio y valioso, un hombre bueno, noble y sensible. Paz en su memoria y la de su familia”, tuiteó el excandidato presidencial Sergio Fajardo.
Enrique Peñalosa, alcalde de Bogotá, también manifestó sus condolencias. “Con profunda tristeza recibimos la noticia de la muerte de nuestro compañero Carlos Mario Peña y de su familia. Venía desempeñando una excelente labor en la Dirección de Urgencias y Emergencias de la Secretaría de Salud de Bogotá. Un saludo solidario para su familia”, escribió en Twitter.
Un directivo con don de gentes: la vida de Carlos MarioCarlos Mario Peña Jaramillo era ingeniero industrial. Fue director de Derechos Humanos de Antioquia y era el actual director de Urgencias y Emergencias en Salud de la Alcaldía de Bogotá. Con más de 29 años de experiencia profesional en el sector salud y gestión de riesgo, también se desempeñó como coordinador de Proyecto de la Cruz Roja Colombiana de Antioquia y director de la Secretaría de Gestión Humana y Desarrollo Organizacional de la Gobernación de Antioquia. Sumado a todo lo anterior, fue director de la Fundación Oleoductos de Colombia.Si bien era un alto funcionario “de peso”, nunca perdió su humildad.“Era una persona muy dada a la gente, muy colaborador. Tenía un don de gentes a pesar del cargo tan alto que tuvo en la fundación (Oleoductos de Colombia) y ahorita manejando toda la parte de Derechos Humanos en Antioquia”, cuenta Francisco Pabón, periodista y productor audiovisual independiente que conoció a Peña realizando el documental “Las rutas del saber hacer", filmado en 2005 en el sector Machuca del municipio de Segovia, Antioquia. “Siempre estaba abierto a escuchar a todas las personas. No se ponía como el directivo. Era una persona muy graciosa, lo que yo conocí”, añade con sentimiento, recordando que la primera vez que interactuaron Peña de inmediato le empezó a decir Pacho. “Todavía guardo la tarjeta de él, cuando estaba en la fundación”, señala. Para Luis Enrique Beleño, subdirector de Emergencias y Desastres en Salud de Bogotá, Peña era una persona sensible que se emocionaba con las ideas. “Siempre que se ‘embejucaba‘ nos decía ‘yo tengo mi talante, defiendo mis ideas pero vamos pa’lante, no hay nada que no se pueda hablar’”, cuenta Beleño. Quien además describe que uno de los grandes objetivos del ingeniero industrial era reconocerle el trabajo a la gente que trabajaba en el programa de atención prehospitalaria independientemente de su cargo. Y lo hacía mediante una ceremonia muy significativa.Edwin Mora, abogado que trabaja para una entidad pública administradora de los recursos del sistema general de seguridad social en salud, conoció a Peña hace casi seis años cuando este dirigía a Oleoductos de Colombia. “En ese momento yo trabajaba con un proyecto de cooperación internacional que tenía incidencia en el territorio de Caucasia y coincidimos en una reunión donde tuvimos la oportunidad de compartir ideas y misiones acerca de esa región”, expresa Mora. “Carlos Mario tenía un conocimiento pleno de la zona, mucha aceptación con las comunidades, con los líderes, con las instituciones, un compromiso muy visible, muy claro con la región y creo que era una persona que generaba credibilidad en las personas del territorio”, cuenta quien además califica al ingeniero como una persona con alta sensibilidad social.Un total líder defensor pleno de los Derechos Humanos, cumplió sus metas hasta casi que el último momento de su existencia: sacó adelante el decreto del sistema de emergencias médicas del Distrito, el 798 del 20 de diciembre de 2018. La familia, su “debilidad”Luis Enrique Beleño conoció a Peña y a su entonces novia Soraida Delgado cuando eran muy jóvenes. La vida los encontró cuando los tres eran miembros de la Cruz Roja colombiana y acudieron a un taller en Medellín sobre manejo de la emergencia in situ. “Soraida y Carlos Mario trabajan mucho en emergencias con énfasis en los criterios humanitarios internacional de la Cruz Roja”, relata Beleño.Delgado estudiaba ingeniería sanitaria; Peña, ingeniería industrial; y él, medicina. Y la vida se encargó de que durante el resto de sus vidas compartieran más de un escenario y volvieran a ser parte de un mismo equipo. La cercanía que compartieron hizo que Beleño se diera cuenta del rol fundamental que la familia tenía para Peña en su vida. Durante 13 años Peña trabajó en algunos proyectos en el Magdalena medio. Cada viernes, de forma sagrada, viajaba a Bogotá porque su esposa trabajaba en la capital y sus hijas estudiaban. Y los lunes madrugaba para retornar a su sitio de labor.“Parte de la sensibilidad social de él eran sus hijas y su señora. Siempre hablaba de ‘mis gemelas’. Era dedicado a su familia”, comenta Beleño. Manuela y Juliana estaban estudiando en la universidad.De hecho, la razón por la que estaban en Estados Unidos eran las vacaciones familiares que habían planeado con anterioridad y que Peña quería disfrutar. Así lo dejó estipulado en un trino que puso poco antes de partir.
Ad portas de pensionarse, le emocionaba la idea de poder compartir más tiempo con sus seres queridos. “A pesar de que fue una persona muy comprometida con su trabajo, con las funciones que desempeñaba en los diferentes cargos que ocupó, la familia -como él lo decía- era su debilidad”, indica Edwin Mora.“Con su esposa tenía una relación muy estrecha, muy comprometida, y creo que digamos muchas de las decisiones que él tomaba -no solamente laboral y profesionalmente hablando- estaban también mediadas por el impulso y el apoyo que la familia le daba”, agrega Mora.Las emergencias que lo vieron entrar en acciónEl historial de ayuda de Carlos Mario Peña es muy grande. Ayudó a que la población segoviana reencontrara su camino a través del colegio luego de la masacre en Machuca de 1998. Junto con Londoño, estuvo en la emergencia de Armero y en los terremotos de Popayán y Armenia. Más de una década se dedicó a trabajar en una serie de proyectos comunitarios en el Magdalena Medio y, además, trabajó en la zona del Urabá antioqueño cuando el conflicto armado alcanzó sus niveles más altos Fue de las pocas personas del país que atendió a la emergencia que hubo en Haití fruto del terremoto que devastó Puerto Príncipe en 2010Por toda su experiencia, el año pasado con la emergencia de Hidroituango la secretaría de salud distrital lo delegó para acudir a la zona con el fin de atender y acompañar a las comunidades y a las instituciones. Su trabajo de atención a las comunidades en medio de emergencias le brindó todo el carisma que muchos ciudadanos hoy extrañan.