La historia de Jesús Alejandro Garzón, el funcionario capturado por exigir dinero para cambiar fallos disciplinarios, cuenta 27 años en el sector público. Llegó en concurso de carrera a la Procuraduría en el año 1993, y desde entonces permaneció y ocupó diferentes cargos hasta llegar a convertirse en el sustanciador del despacho del ahora exprocurador Fernando Carrillo.

La Fiscalía advirtió en la mañana de este viernes que Garzón, al parecer y desde hace algunos años, estaría haciendo exigencias de dinero a funcionarios y exfuncionarios que fueron sancionados por la Procuraduría, a cambio de modificar los fallos en su contra. Entre las víctimas de las exigencias estaría el senador Richard Aguilar, el encargado de poner en conocimiento de la Fiscalía los hechos de corrupción.

En 2005, Garzón fue nombrado en la Procuraduría Auxiliar de Asuntos Disciplinarios y desde entonces su carrera en el Ministerio Público se hizo más notoria, incluso fue procurador regional en el departamento de Santander entre octubre de 2010 y agosto de 2011.

Sin embargo, fue en junio de 2016 cuando solicitó una comisión especial para desempeñarse como personero auxiliar en Bogotá, cargo en el que estuvo por casi dos años seguidos, cuando Carmen Teresa Castañeda era la personera distrital.

Fue en ese periodo que su nombre ocupó varios titulares de prensa, no por sus logros en la Personería, sino por la cuestionada cátedra que dictaba en varias universidades a las que asistía como docente. Una de esas charlas académicas fue la que usó para tildar a los periodistas de “animales”, como lo dejó en evidencia Noticias Uno al revelar algunos audios donde Garzón lo advierte sin titubeo.

El sustanciador de la Procuraduría, ahora capturado, quería quedarse en la Personería por otro tiempo, e incluso le fue prorrogada la comisión; sin embargo, el bochornoso comentario contra los periodistas lo obligó en diciembre de 2018 a renunciar a esa comisión y regresar a la Procuraduría al cargo que estaba desempeñando antes de irse: auxiliar para asuntos disciplinarios.

En diciembre de 2019, y mientras ejercía las funciones como sustanciador del despacho del entonces procurador Fernando Carrillo, aparecieron las denuncias en su contra y el jefe del Ministerio Público las puso en conocimiento de la Dijín y la Fiscalía; sin embargo, Garzón se mantuvo en el cargo por seis meses más, hasta junio de 2020, cuando fue trasladado a la Procuraduría segunda distrital.

Fuentes revelaron que, por tratarse de un funcionario de carrera, el procedimiento para investigarlo y sancionarlo es diferente, aunque en paralelo la Fiscalía recuperaba las pruebas para vincularlo de manera directa al proceso y obtener, como fue posible este viernes, su captura.

Solo hasta el 15 de enero de 2021, cuando ya corría una orden de captura en su contra, la Veeduría de la Procuraduría abrió proceso disciplinario y lo suspendió por tres meses, es decir, que sigue siendo funcionario.

La Fiscalía advirtió que Jesús Alejandro Garzón será presentado ante un juez de control de garantías para imputarle cargos por concusión y exigir dinero para cumplir de manera ilegal con sus funciones públicas. Todavía no se ha definido qué medida de aseguramiento se solicitará, pues al momento de su captura el funcionario se presentó con un cilindro de oxígeno, al parecer, por problemas de salud.

SEMANA pudo establecer que la orden de captura en contra de Garzón fue emitida hace dos meses, el 24 de noviembre de 2020, pero según fuentes del proceso el funcionario se contagió de covid-19 y su detención se tuvo que postergar por varias semanas.