El 18 de agosto de 2006, Juan Carlos Sierra Ramírez llegó a la estación de Policía de Rionegro, en Antioquia. Todos quedaron sorprendidos: se sabía públicamente que sobre su nombre había una recompensa de 150.000 dólares y una orden de extradición para responder por el delito de narcotráfico en Estados Unidos.
Para muchos, él era un mafioso que había logrado colarse descaradamente en un proceso de desmovilización paramilitar para acogerse a los beneficios de la Ley de Justicia y Paz, que incluían una pena máxima de ocho años de cárcel. Para otros, en cambio, era un miembro de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que había coordinado operaciones de tráfico de drogas con el fin de financiar las operaciones del grupo.
Su historia, como la de muchos narcotraficantes, es la de un fantasma. Nació en Andes, un pueblo del suroeste antioqueño, el 15 de abril de 1966, y sus fotografías son suficientes para entender por qué le dicen ‘el Tuso’. En su pueblo era conocido como un ganadero prestante, pero él mismo fue revelándole a la justicia su papel en el mundo de la mafia: hizo parte de la Oficina de Envigado, la red que compraba policías, autoridades judiciales y políticos para apoyar operaciones de narcotráfico.
Juan Carlos Sierra Ramírez, mejor conocido como ‘el Tuso‘. Foto: Archivo Semana. Su vida en libertad en la Florida, en Estados Unidos, sorprende dados los múltiples crimenes que cometió, pero tiene una explicación en una voltereta jurídica. Después de presentarse como paramilitar dentro de la Ley de Justicia y Paz y estar en Ralito, él fue uno de los narcos que durante el gobierno de Álvaro Uribe fueron expulsados de ese proceso. "A nosotros nos dijeron, de fuentes serias, que había un señor Sierra, que era solamente narcotraficante y que ya estaba posando de paramilitar y que había entrado a negociar como miembro del Estado Mayor Negociador en Ralito y yo dije públicamente que no se aceptaba y que fueran y lo pusieran preso donde estaba. ¡Es que estos antecedentes no se pueden olvidar!", sostuvo Uribe en el año 2006. El Tuso, desde 2002, era buscado por las autoridades norteamericanas por traficar cocaína con Salvatore Mancuso y Carlos Castaño. Una vez expulsado del proceso de Justicia y Paz se activó su orden de captura, pero después de estar huyendo un tiempo, el temido capo se presentó en esa estación de policía de Rionegro. Pero su situación se volvió a complicar y dos años después, en 2008, el Tuso fue extraditado a Estados Unidos durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez. En video: la declaración de Uribe cuando extraditó a 13 narcos y jefes paras
El caso del Tuso se convirtió en un referente de cómo la extradición a Estados Unidos se puede llevar buena parte de la verdad de lo peor del conflicto armado y esfuma cualquier posibilidad de justicia por los crímenes cometidos en Colombia. El Tuso realmente hizo un buen negocio con los Estados Unidos. Fue condenado a 10 años, pero lo liberaron en cinco. En el 2013, cuando quedó en libertad, el exministro de Justicia, Alfonso Gómez Méndez, aseguró que "respetamos esa decisión, pero esperamos encontrar los canales jurídicos y diplomáticos para que este individuo venga a Colombia a responder por los delitos de los cuales se le acusa". Sin embargo, Sierra argumentó que por la información entregada, él corría riesgos en Colombia y Estados Unidos le permitió quedarse en ese país. Por eso nunca ha regresado a Colombia. Aunque en Colombia su nombre está relacionado con varios casos de parapolítica y narcotráfico, el Tuso regresó en los últimos días a la agenda pública por una razón: se convirtió en una pieza del expediente que la Corte Suprema de Justicia presentó para ordenar la detención domiciliaria contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez por un presunto caso de manipulación de testigos. La defensa del exmandatario reclama poder interrogarlo. ¿Qué podría decir? ¿Quién es el Tuso Sierra? Hay un contexto fundamental para entender quién es el Tuso: el punto que lo llevó a los Estados Unidos y su paso por el proceso de justicia y paz y Ralito. En el 2003, se instaló una mesa de negociación entre el gobierno y las Autodefensas Unidas de Colombia en una finca de Santa Fe de Ralito, un pueblo de Córdoba. Los paramilitares habían mostrado interés en desmovilizarse para acogerse a los beneficios de Justicia y Paz, que incluían una pena máxima de ocho años de cárcel si se comprometían a decir toda la verdad en los estrados judiciales. Después de que habían comenzado las negociaciones, Fernando Murillo, mejor conocido como ‘Don Berna’, uno de los comandantes del bloque Héroes de Granada’, llegó un día acompañado del ‘Tuso‘ Sierra: “Les presento a ‘don César’, el comandante financiero mío de hace mucho tiempo", les dijo a los otros comandantes. "Ustedes saben que a los financieros hay que protegerlos mucho, yo soy muy celoso”.
La escena la contó ‘Ernesto Baez’, uno de los más sanguinarios paramilitares que tuvo Colombia, durante una audiencia en 2002 que recoge Verdad Abierta. Según ‘Baez’, después algunas reuniones después, el Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, antes de iniciar la sesión, dijo que no iban a comenzar las negociaciones hasta que ‘César’ no se retirara, pues él era en realidad Juan Carlos Sierra, un narcotraficante pedido en extradición que nunca había pertenecido a las autodefensas. “Sierra salió como perro regañado”, dijo Baez en esa ocasión. Una persona que participó en el proceso de Justicia y Paz le dijo a Semana que la relación de ‘el Tuso’ con Don Berna le permitió a Sierra ocultarse de la justicia por algún tiempo, hasta hallar el momento justo para reaparecer. El mismo día en que Juan Carlos Sierra se entregó en la Estación de Policía de Rionegro, trece jefes paramilitares también estaban en el lugar para obedecer la orden de comparecer ante la justicia. En la estación, todos se enteraron de que un día antes ‘el Tuso’ había logrado ser aceptado como parte del bloque Héroes de Granada y que ese mismo día, en una resolución presidencial, su orden de extradición había quedado suspendida. Ese movimiento le permitió a Sierra acogerse a los beneficios la Ley de Justicia y Paz, que ofrecía una condena máxima de ocho años de cárcel. ‘El Tuso’ quedó recluido en un centro vacacional de La Ceja, junto con los otros jefes paramilitares. Sin embargo, solo dos años después, el 13 de mayo de 2008, terminó dentro de un avión de la DEA junto con otros jefes paramilitares con rumbo a una cárcel en el estado de Virginia. Según dijo el gobierno, ellos habían incumplido los acuerdos.
Juan Carlos ‘el Tuso‘ Sierra en una audiencia virtual desde una carcel en Estados Unidos. Foto: Archivo Semana. Desde Estados Unidos, ‘el Tuso’ respondió a audiencias libres con tribunales de Justicia y Paz. Allí dejó expuesta la “lista de nómina” de la Oficina de Envigado y varios políticos y miembros de la fuerza pública fueron nombrados en sus declaraciones. También describió cómo había hecho intercambios de enormes cargamentos de cocaína por fusiles que terminaron en las manos de grupos paramilitares. Sin embargo, en 2014, fue excluido definitivamente de los beneficios de la ley a la que se había acogido previamente, según decía la sentencia de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín, porque “Sierra Ramírez no perteneció a las AUC, como quiera que nunca lo vieron desempeñando funciones como comandante, ni realizando acciones armadas, en tanto su actividad estuvo enmarcada por el tráfico de estupefacientes, de lo cual se lucraba de manera personal”. ¿Por qué ahora quieren escuchar su historia? Desde que llegó a Estados Unidos, Sierra decidió colaborar con la justicia de ese país y llegó a acuerdos que le permitieron pagar solo cinco años de cárcel. Cuando fue liberado, en el 2013, la justicia colombiana comenzó a tramitar su extradición para responder en el país por los delitos de narcotráfico, trafico de armamento y lavado de activos, entre otros. ‘El Tuso’, sin embargo, logró quedarse en Estados Unidos después de argumentar que podía llegar a correr peligro en Colombia. Nunca ha vuelto al país. Sin embargo, su nombre sigue sonando en los estrados judiciales. Sobre todo ahora, que la defensa de Álvaro Uribe, sostiene que su testimonio es clave en el Proceso que cursa contra el exmandatario en la Corte Suprema de Justicia. Así lo manifestaron en el comunicado donde anunciaban que no solicitarían recurso de reposición en la decisión de la Corte Suprema de dictarle casa por cárcel al expresidente en el que se señala que el alto tribunal no ha tenido en cuenta algunas de las pruebas que ellos han presentado. Entre ellas, una declaración de Juan Carlos, ‘el Tuso’ Sierra avalada por Lisa Ruth, una investigadora independiente que hizo parte de la CIA. La Corte Suprema no ha escuchado aún su testimonio, a pesar de haberlo decretado una vez, diligencia a la que Sierra aseguró no poder ir por tener otra cita judicial. El abogado de Uribe, Jaime Granados, le atribuye el rechazo de esta prueba a una falta de garantías del expresidente.
La semana pasada, el Tuso habló en medio de la tormenta política que levantó la casa por cárcel a Uribe. Lo hizo en una extensa entrevista con la periodista Vicky Dávila. El senador Iván Cepeda, quien es la parte civil del proceso envió esa declaración a la Corte Suprema para "lo pertinente". En la entrevista, el Tuso negó haber tenido un contacto directo con la Corte Suprema, como lo señaló ese alto tribunal en su decisión y habló de múltiples episodios relacionados a él en el marco de ese proceso. Esta es la entrevista completa