El mismo criminal que ordena brutales asesinatos en Chile, Brasil y Colombia está en Venezuela. Se trata del jefe o cabecilla de la organización criminal conocida como el Tren de Aragua. Un hombre a quien identifican como Niño Guerrero, quien desde el vecino país, y en la cárcel, decidió apoderarse de cuanta actividad criminal encuentran lucrativa en varias localidades de Bogotá. Lo logró a través de la intimidación y de macabros asesinatos.
SEMANA reveló de qué forma la organización criminal del Tren de Aragua se metió en la capital del país y cómo los asesinatos, confirmados con cuerpos embolsados arrojados como basura en las esquinas de la ciudad, se convirtió en su sello criminal. Alias Niño Guerrero está detenido en Venezuela y tras las rejas da las órdenes, señala quién en Bogotá debe ser asesinado y la forma en que debe morir.
Se trata de un hombre que no ha cumplido los 45 años de edad y que se convirtió en la cabeza de esta temida organización criminal, con tentáculos en varios países, y que ahora padece Bogotá. El Tren de Aragua, contaron los investigadores a SEMANA, entrena a sus asesinos en Venezuela, menores de edad que aprenden cómo disparar, torturar y asesinar. Luego son enviados en “comisión” a las zonas donde esperan tomar el control.
Así fue entrenado alias Alfredito, el asesino del Tren de Aragua en la localidad de Kennedy, que por fortuna, fue capturado luego de posar en actos de tortura a una víctima, de las 40 que, se investiga, ha dejado a lo largo de su estadía en la ciudad de Bogotá. Está detenido, pero su herencia criminal ya tiene nombre, otros dos menores que fueron entrenados para continuar su carrera asesina.
Alias Niño Guerrero le paga a sus sicarios, en el caso de Alfredito le tenía un sueldo semanal, además de cuenta abierta en hoteles o paga diarios, restaurantes y prostíbulos. Era el “consentido” de la organización criminal en Bogotá, atento a las órdenes de sus jefes. Con mensaje de WhatsApp le presentaban a su siguiente víctima.
Casa de los Masajes
En poder de SEMANA están las pruebas de cómo en el centro de Bogotá una casa, que servía de improvisado hotel, se secuestró, torturó y asesinó a personas a nombre, supuestamente, del llamado Tren de Aragua. De esta casa sacaron el cuerpo de un hombre que fue apuñalado 162 veces y luego metido en una bolsa, envuelto en un colchón y arrojado a la calle.
Las declaraciones que obtuvo SEMANA son aterradoras de cómo se escuchaban gritos en la noche, de personas que llegaban con engaños a ese hotel y luego eran asesinados, en evidentes casos de tortura que la alcaldía de Bogotá incluso se atrevió a negar, pero que las pruebas dibujaron la terrible realidad. Bogotá quedó a merced del Tren de Aragua.
La casa de tres pisos y puertas cafés, era en realidad un centro de torturas, así lo describen los testigos que la conocían como la Casa de los Masajes. Allí mantenían a las víctimas, por varias horas hasta que las asesinaban y en la madrugada, en carretas de reciclaje, se deshacían de los cuerpos. La casa no fue objeto de allanamiento, funciona como paga diario, ni siquiera con una advertencia por ruido.
Hotel Negro
Lo que ocurrió en el centro de Bogotá, con la Casa de los Masajes, se repitió en el sur, en la localidad de Kennedy, con el llamado Hotel Negro. Un paga diario que encontró SEMANA y donde, según los testigos, fueron asesinadas varias personas, rivales del Tren de Aragua.
En ese hotel, las habitaciones se convirtieron en el escenario de una trama de terror que incluso a plena luz del día, no lograban esconder. Los gritos de víctimas sometidas a torturas se escuchaban en la calle. Los vecinos cuentan que a ese hotel llegaban personas de origen venezolano y permanecían por varias horas, luego en la madrugada y bicitaxis sacaban enormes bolsas.
Las pruebas de lo que ocurrió en ese antro de crimen fueron conocidas por SEMANA. Fotos, audios y videos, que dejan al Hotel Negro como el escenario de aterradores asesinatos que la ciudad de Bogotá vivió y fue testigo con el hallazgo de cuerpos embolsados.