En la mañana de este jueves, cuando Javier Marín Arboleda caminaba por la calle 63 con carrera 14, cerca de la emblemática iglesia de Lourdes, en el nororiente de Bogotá, fue abordado por dos hombres armados que le dispararon en repetidas oportunidades, causándole inmediatamente la muerte. Los sicarios se subieron en motocicletas de alto cilindraje y emprendieron la huida.
Tras los hechos, las autoridades confirmaron que el hombre de 52 años tenía antecedentes judiciales por cargos relacionados con el tráfico de drogas, e incluso era conocido con los alias de J9 o El Gordo dentro de la organización criminal comandada por Wilber Alirio Varela, más conocido como Jabón. Por estos delitos, ya había pagado una pena en los Estados Unidos en el año 2011.
Igualmente, estuvo vinculado con los narcotraficantes Juan Carlos Barrera Barrera, más conocido como El Loco, y Juan Carlos Henao, alias Abraham, y los hermanos Javier Antonio, Juan Carlos y Luis Enrique Calle Serna, más conocidos como Los Comba.
El nombre de Marín Arboleda también estuvo relacionado cuando la senadora Paloma Valencia destapó, en pleno Congreso, un video en el que aparecía Gustavo Petro recibiendo y metiendo a una maleta varios fajos de billetes, escándalo que fue conocido posteriormente como el ‘petrovideo’ y se abrieron varias investigaciones contra el entonces senador.
En ese momento, fue señalado en la denuncia que se presentó contra Petro en la Corte Suprema de Justicia, se señalaba que habría tenido contactos para la entrega de esos dineros que el congresista guardaba en bolsas negras de basura en la reunión que sostuvo con Juan Carlos Montes en un apartamento.
Tras hacerse público su nombre, J9, quien vivía en Estados Unidos tras cumplir su sentencia en el año 2015, negó estos señalamientos y denunció por injuria y calumnia al abogado que lo mencionó en esta acción judicial, la cual, dicho sea de paso, se archivó en el alto tribunal en junio de 2021 por falta de elementos materiales probatorios.
Buscan a los sicarios
Las autoridades recolectan las pruebas documentales y testimoniales para identificar a los sicarios. Una testigo aseguró que un hombre que vestía ropa oscura y llevaba una gorra de color negro siguió a Javier Marín Arboleda durante varias cuadras. Cuando estaban muy cerca de la iglesia de Lourdes sacó el revólver y le disparó a quemarropa. La situación generó miedo y zozobra en la zona.
Igualmente, se recolectan los videos de las cámaras de seguridad para tratar de identificar al sicario, otro hombre que estaba –al parecer– haciendo seguimientos y los conductores de las motocicletas. Una de las principales labores de los investigadores es determinar los móviles del asesinato, si el hombre había denunciado amenazas o si se trata de una guerra entre carteles de la droga.
Este crimen se suma a los casos de sicariato que se han venido presentando recientemente en la capital de la República, y los cuales podrían estar relacionados con un ajuste de cuentas. “En la ciudad de Bogotá se viene presentado un fenómeno con el aumento del homicidio. Esto se debe a dos elementos: la disputa de bandas criminales, que se dedican en el narcotráfico, y a temas relacionados con la intolerancia”, indicó el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Carlos Triana.
Esto teniendo en cuenta que en los últimos dos años se han presentado asesinatos selectivos contra varios de los integrantes de la organización Arboleda de El Loco Barrera. Entre ellos se encuentran Luis Caicedo, Claudio Silva Otálora y Juan Francisco Caicedo, quien fue asesinado a mediados de febrero en la capital de la República, también, en un ataque sicarial.