Una de las noticias alrededor de las que giró el debate público este jueves 12 de octubre fue la muerte de Luis Alfredo Garavito, internado en el hospital de Valledupar debido a un cáncer en el ojo dado a conocer meses atrás.
Desde su muerte, algunos se han volcado a artículos periodísticos para conocer por qué fue el asesino en serie más temido en la historia de Colombia y unirse al rechazo por la violación de más de 200 niños, pero también para conocer los secretos y detalles su vida.
Hay quienes se preguntan si Garavito tuvo esposa, hijos, familia. La respuesta es sí, aunque de ellos es poco lo que se sabe.
Garavito, que purgaba una condena de 40 años de cárcel, estuvo casado con una maestra de escuela en Trujillo (Valle del Cauca), aunque solo entabló una relación con ella tras su reencuentro en Circasia (Quindío), años después de conocerla.
Su nombre es Luz Mary Ocampo Orozco y poco más de dos décadas atrás rompió el silencio sobre Garavito, dando a conocer al mundo detalles de su carácter neurótico y la mala relación con su mamá, por ejemplo.
También contó cómo, ya separada de él, lo recibió en su casa debido a la difícil situación financiera que Garavito atravesaba y la buena relación que sostenía con su familia. Así mismo, relató los viajes que con frecuencia realizó a Bogotá, donde se hizo pasar como sacerdote para abusar y luego matar menores de edad en los cerros orientales.
Garavito, de hecho, tuvo un hijo adoptivo: el primogénito de Luz Mary Ocampo, con el que al parecer no se llevó muy bien y al que incluso intentó golpear, aunque los vecinos de la familia aseguraron que nunca le hizo daño.
De hecho, en algún momento fue agresivo con Luz Mary, fue poco antes de su captura y que los noticieros lo relacionaran con el asesinato y la violación de niños en distintas poblaciones de Colombia.
Valga recordar que las autoridades se enteraron de que Garavito tuvo una esposa y un hijo adoptivo después de su captura, el 22 de abril de 1999, en el departamento del Meta, cuando intentaba abusar sexualmente de un menor de 10 años de edad.
Ese día, Garavito prometió a su víctima que le iba a comprar un billete de lotería si lo acompañaba y terminó llevándolo del centro de Villavicencio a una zona urbana de esta ciudad, donde pretendía abusarlo y asesinarlo. Sin embargo, debido a un llamado de la comunidad, las autoridades llegaron al lugar y lo capturaron, mientras que el menor logró huir.
Los días de Garavito en La Tramacúa
Garavito fue condenado por los delitos de actos sexuales violentos, homicidio, acceso carnal violento, secuestro simple e incendio culposo, luego de una larga investigación que adelantaron las autoridades en su momento, tras el hallazgo de los cuerpos de sus víctimas en diferentes zonas del país.
La información que hasta el momento se tiene es que Garavito tenía varios quebrantos de salud. En diferentes oportunidades tuvo que ser internado en el hospital de Valledupar. La última vez también fue trasladado a este centro asistencial, donde luego confirmaron su muerte.
Garavito pasó los últimos años de su vida en la cárcel La Tramacúa, uno de los centros penitenciarios de mayor seguridad en el país, ubicado en Valledupar. En esa prisión se convirtió en amigo de otro de los criminales más temidos en el país, alias Popeye, el jefe de sicarios de Pablo Escobar.
En la misma cárcel permanece Rafael Uribe Noguera, condenado por el feminicidio y secuestro de la niña Yuliana Samboní, delitos perpetrados en Bogotá.