Durante su más reciente visita al puerto de Buenaventura, el presidente Gustavo Petro, lanzó unas frases que causaron impacto, al decir la violencia en el pacífico se debe a la presencia de los carteles mexicanos que controlan la producción, exportación y tráfico de armas en la región.
Tras la grave afirmación, la Policía Colombiana negó que los carteles mexicanos tenga tal poder en el pacífico colombiano. Según la Dirección de Investigación Criminal, Dijin, los carteles mexicanos hacen presen en Colombia a través de emisarios, que son quienes negocian los cargamentos de droga con los narcos nacionales.
“Los carteles mexicanos no tienen dominio en alguna zona del territorio nacional, lo que hemos evidenciado con la dirección de inteligencia articulados y con las demás direcciones operativas de la policía nacional es que efectivamente hay carteles como Jalisco Nueva Generación, el cartel de Sinaloa que envían algunos emisarios a hacer negociaciones con grupos armados organizados y grupos de delincuencia que tienen laboratorios en la zona pacífica y en otras zonas del país”, dijo el director de la Dirección de Investigación Criminal, Dijin, el general José Luis Ramírez.
Agregó que: “hacen los negocios, intercambian el clorhidrato de cocaína por armas, por dinero pero no hay una presencia, un dominio de algún grupo mexicano en el territorio nacional es importante dar claridad frente a eso”.
Sin embargo, el año pasado SEMANA reveló la poderosa injerencia que tienen carteles extranjeros de droga en el país. Se logró establecer que en Colombia hacen presencia al menos 15 carteles extranjeros de cocaína, los más violentos y arraigados son los mexicanos.
A los carteles mexicanos se les acusó por parte de informes de inteligencia de las autoridades nacionales de promover masacres contra quienes se oponen al poderoso negocio del narcotráfico. Los mexicanos para comprar la droga y sacarla del país tienen que relacionarse con el Clan del Golfo, los Pelusos, los Caparros, las disidencias de las Farc y sus 14 estructuras, nueve subestructuras y ocho comisiones y el ELN.
El negocio se mueve de la siente manera, según inteligencia y las unidades antinarcóticos. Los Zetas compran los cargamentos de cocaína en el Caribe colombiano y usan la frontera con Venezuela para exportarla hasta Centroamérica, y desde ahí a Estados Unidos y Europa. Por su parte, los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación utilizan los corredores del Pacífico, desde Nariño, pasando por Putumayo, Cauca, Valle del Cauca y Chocó. Para todos, su principal proveedor es el Clan del Golfo.
El poder de los mexicanos en el país, de acuerdo con los investigadores de inteligencia de las agencias de seguridad del Estado se debe a los altos volúmenes de droga que encargan y los altos volúmenes de dinero que manejan. Incluso la inteligencia colombiana detectó que los carteles mexicanos tenían planeado hacer diferentes maniobras para frenar la extradición de alias Otoniel, cuando fue capturado.
Los mexicanos, de acuerdo con la inteligencia de Colombia, no estaban preocupados por el bienestar de Otoniel sino por lo que este pudiera contar en Estados Unidos para obtener rebaja en la condena por temas relacionados con narcotráfico.