Parecía ilógico que después de aparecer en video, torturando y asesinando personas, Alfredo Brito, alias Alfredito, negara su responsabilidad en los hechos, pero así lo hizo. Cuando la Fiscalía le imputó cargos por el asesinato de un joven en el sur de Bogotá, alias Alfredito rechazó su autoría y se declaró inocente. Ahora, al parecer, cambió de opinión y quiere confesar sus crímenes, que al menos serían 40.
SEMANA reveló el perfil de este asesino. Alfredo Brito, alias Alfredito, sólo cumplía órdenes a los cabecillas del Tren de Aragua que desde Venezuela, le decían quién debía morir en sus manos. Era el encargado de limpiar de rivales las calles del sector de la Virgen, en Patio Bonito, localidad de Kennedy, al sur de Bogotá.
Nació en Venezuela y desde adolescente fue entrenado para asesinar. Los años sumaron la sevicia y la tortura a su pronturario. Muy rápido se ganó el lugar de un cruel asesino, pero la muerte de su esposa en la guerra entre bandas en su país, despertó el demonio en su interior. Ya ni siquiera el tatuaje en su brazo “Solo Dios puede juzgarme” frenaban la barbarie.
Llegó a Colombia con la misión de asesinar. El Tren de Aragua lo tenía en la capital del país como corresponsal. Dormía en hoteles, comía, se embriagaba, se paseaba por prostíbulos y todo con los gastos pagos. La única responsabilidad de Alfredito era estar atento a las sentencias de muerte que salían desde Venezuela y en contra de los llamados “prestados”, integrantes de otras bandas dedicadas al tráfico de estupefacientes.
La Fiscalía, en la seccional de Bogotá, logró la captura de Alfredito y un cómplice. Les imputó los delitos de homicidio agravado y tortura. Lo acusó y en ese proceso el mismo asesino expresó su intención de acercarse a la justicia, reconocer responsabilidad a través de un acuerdo y obtener beneficios, como rebaja de pena.
“Según el material probatorio, luego de ejecutar el crimen, estos dos hombres se habrían reunido con varios presuntos integrantes de la estructura criminal conocida como ‘Tren de Aragua’, en un bar del sector donde ocurrió el crimen. En el establecimiento, al parecer, exhibieron algunos videos en los que se veía la manera en la que sometieron al joven, quien estaba inmovilizado de pies y manos, y en evidente estado de indefensión”, señaló la Fiscalía cuando le imputó cargos a alias Alfredito.
Alfredito es quien aparece en un video que obtuvo la Fiscalía mientras en sus brazos aparece la víctima que horas después fue encontrada envuelta en una bolsa de basura y arrojada junto a la basura, muy cerca del sitio que se convirtió en la escena del crimen de varios asesinatos, el llamado Hotel Negro.
Con la intención de confesar los crímenes cometidos, también se incluye la posibilidad de un proceso de colaboración que permita identificar a otros integrantes de la organización criminal, resolver otros homicidios y terminar de dibujar el derrotero asesino que arrinconó a los ciudadanos de Bogotá.
Las autoridades actuaron y buena parte de la horda asesina se encuentra tras las rejas. Los sicarios están tras las rejas, pero la violencia se mantiene. Los criminales decidieron enfrentarse y en su paso perturbar la tranquilidad de los ciudadanos.