SEMANA: ¿qué significa para usted estos 50 años?
Édgar Sánchez (E. S.): estos 50 años de Sábados felices significan 50 años de lucha, 50 años de lucha por un país que necesita sonreír. Hemos visto en ocasiones voces de muchas personas que aún habiendo pasado por el elenco, ya quieren que Colombia no siga riendo como si estuviésemos condenados a la tristeza. Por el contrario, Sábados felices ofrece alegría, ofrece esparcimiento, casi que es el único programa de humor, el único programa de comedia, no solo que se sostiene, sino que sigue al aire en la televisión colombiana.
De manera que significa una lucha del amor por el humor, significa 50 años de historia, 50 años de risas, 50 años de alegría, significa 50 años de tesón y 50 años de confianza en unos directivos de un canal que creen en el humor como la fórmula para que los colombianos podamos seguir riendo y sonriendo ante las circunstancias, al menos tres horitas todos los sábados, o al menos tres horas por semana.
SEMANA: una anécdota que recuerde con mucho cariño.
E. S.: esta anécdota me sucedió en Houston, estábamos presentándonos con algunos compañeros del programa en Houston y en el evento había gente de diferentes países, de México, El Salvador, Cuba, Venezuela, bueno de todas las partes de habla hispana.
Entonces, estaban allí y se me acerca un salvadoreño con su familia, nos hicimos la foto, me felicitó la cosa y me dice cómo es que se llama tu programa, le dije Sábados felices y me dijo: ¿por dónde lo pasan? Dije por Caracol Internacional. Dijo, voy a apuntarlo aquí para estar pendiente de buscarlo y verlo. ¿Qué días lo transmiten? Le dije: los domingos, dijo: Dios, y no deberían pasar los sábados. Y yo le dije obvio que los sábados.
Entonces, yo me vine con ese tema en la mente. Cuando me comentan unos compañeros: no, pero espérese, es que en Caracol Internacional Sábados felices lo transmiten los domingos a las 3:00 p. m. Entonces, yo no sé quién quedó más loco, si el señor o yo.
SEMANA: podría contarme un momento o época difícil en el programa.
E. S.: yo pienso que la época más difícil del programa, por lo menos la que yo he vivido durante estos once casi doce años ya de estar con el programa y en el canal, fue la época de pandemia. Cuando inició la pandemia, cuando inició el encierro, que nosotros nos preguntamos: ¿cómo carajos podemos hacer el bendito programa?
Afortunadamente, presentamos una propuesta, pero no fue fácil porque no teníamos en nuestros hogares las condiciones, muchas veces de las cuatro paredes eran unos espacios muy reducidos y asumo que cada uno de nosotros puso todo su amor, todo su cariño por este programa. Entonces, pienso que todos mis compañeros, todos, de alguna u otra forma, intervenimos detrás de cámaras, nuestras familias, nuestros hijos, amigos, parientes, todos los que quisimos hacer.
Pienso que lo logramos y por eso pudimos llegar a estos 50 años. Habría sido otra historia si no le hubiéramos puesto ese tesón y ese amor. No fue fácil, fue difícil, porque no teníamos ni luces, a veces la luz era la luz del sol. Al comienzo, en mi caso en particular, yo ponía sábanas, algunos trapos blancos, haciendo reflexión del sol para poder iluminar por debajo la cara.
Afortunadamente, yo tenía un buen celular que podía configurar. Pero por donde se le mire nunca un celular va a ser igual a una cámara profesional y a un equipo como el que tiene Caracol y logramos sacar adelante. Pero, no fue un tema fácil porque tuvimos que hacer de productores, posproductores y editores aprender de todo y eso para mí fue una época fuerte.
Eran casi 24/7 del mes dedicados al programa, cosa a la que no veníamos acostumbrados. Nosotros veníamos acostumbrados a escribir nuestros libretos. Nos daban en el escenario hasta el micrófono, nos colocaban luces y no nos preocupamos por nada más.
En pandemia era un todo o nada así de sencillo y gracias al esfuerzo de todos y cada uno de los compañeros del elenco, la dirección y los señores de producción tratando de hacer ajustes de colores, ajustes de todo el material que enviamos, eso fue una época difícil. Yo diría que es una época de locura, pero gracias a Dios logramos sacar adelante nuestro maravilloso programa.
SEMANA: ¿por qué siente usted que el programa ha tenido tanto éxito durante tantos años?
E. S.: el éxito del programa se debe, a mi juicio, a mi manera de ver las cosas, a que siempre había de todo, allí nunca faltaba el feo, nunca ha faltado el feo y obviamente nunca ha faltado el bonito. Yo estoy dentro de los bonitos, imagine cómo eran los feos. Nunca faltaba el talento Caracol. Sábados felices siempre ha creído en el talento y abre el espacio a los concursantes.
El programa está abriendo el espacio para esos talentos que se muestran. A través del concurso, hoy el programa en su esencia está conformado por muchas personas que vinieron a concursar. Entonces, ese talento colombiano nuevo, que está latente, que está vigente, que está pendiente y abierto a una oportunidad en el canal, siempre será bienvenido. Esa es una de las razones por las cuales el programa se ha sostenido. Porque siempre el público y el televidente están viendo propuestas nuevas, porque el programa también va de la mano con el modernismo, el programa va de la mano con el ritmo de la vida.
Ahora ya no tenemos tiempo para las rutinas, no tenemos tanto tiempo para hacerlas. Pero tenemos que ser más excelsos en cada una de ellas, hacer humor más dinámico, más rápido y con mucho tacto. Hoy en día es más delicado hacer humor de ciertas cosas y tenemos que tener ese tacto y afortunadamente tenemos un buen equipo directivo que está siempre filtrando las ocurrencias nuestras, para que todo sea no solamente excelso, sino de calidad para los televidentes.