Dan Rather es el presentador y director del noticiero CBS Evening News y corresponsal estrella del programa periodístico con mayor rating en Estados Unidos, 60 Minutes. En 1963 se hizo famoso cuando fue el primero en reportar al país y al mundo la muerte del presidente John F. Kennedy.Semana: Su último programa de '60 Minutes' estuvo dedicado al tema del avión norteamericano que se estrelló en el Putumayo, ¿Por qué le interesa ese tema?Dan Rather: Porque tenemos preguntas sobre cómo el gobierno de Estados Unidos ha manejado el episodio.Semana: ¿Y qué descubrieron?D.R.: Básicamente descubrimos que no hay respuestas. Y que posiblemente nunca las haya. El gobierno de Estados Unidos en sus más altas esferas fue _en el mejor de los casos_, totalmente insensible con las familias de los norteamericanos que murieron. No les dijeron gran cosa, y aún no les han contado la verdad. Ni les dieron a los muertos el tratamiento de héroes que se merecían.También descubrimos que esas misiones siempre se hacían en compañía de otros dos aviones y que extrañamente en esa única ocasión el avión iba solo. El gobierno argumenta que los otros dos aviones estaban en mantenimiento. Tenemos además sospechas de que la teniente Jennifer Odom, quien era la piloto de la misión, no estaba en control de la nave cuando se estrelló. Semana: ¿Qué opina de la explicación que ha circulado con respecto a que los mapas estaban mal elaborados?D.R.: Bueno, esa es una de las teorías. En realidad la posición del gobierno norteamericano es que, en cooperación con el colombiano, aún están investigando lo que causó el accidente. Pero en forma no oficial ellos nos dicen que la investigación muy probablemente concluya que fue un error mecánico o error del piloto.Semana: ¿Por qué encuentra usted a Colombia tan interesante?D.R.: Hay muchas razones. La primera y más importante es que creo que esta es una historia grande que no se ha cubierto lo suficiente. Especialmente en Estados Unidos. Y pienso que es importante en términos globales, no solamente para Estados Unidos y para Colombia. Lo que pasa allí tiene consecuencias potenciales de gran tamaño para la paz y la estabilidad en todo Norte y Sur América. Además me gustan Colombia y los colombianos. No pretendo ser un experto en su país y su gente, pero he estudiado la historia de su país. Semana: ¿Tiene amigos colombianos?D.R.: Sí los tengo, pero no voy a mencionarlos, por razones que usted entenderá.Semana: Una gran pregunta sobre Colombia es si se puede convertir en tema de campaña. Usted ha cubierto 11 campañas presidenciales. ¿Qué opina?D.R.: Creo que se puede volver un tema de campaña. Aún es bastante temprano en la campaña. Las cosas se mueven con rapidez y en forma impredecible en la política norteamericana. Lo que sí es seguro es que habrá una discusión sobre quién hizo y quién no hizo algo para apoyar la supervivencia de la democracia en Colombia.Pero en el fondo debe haber un debate sobre cuál debe ser nuestra política en el futuro. Y la pregunta grande es, ¿debemos o no involucrarnos más? Si hemos de involucrarnos más ¿cómo queremos hacerlo?Semana: ¿Y qué cree usted que su gobierno debería hacer?D.R.: Creo que debe convertirlo en prioridad. Estoy en favor de darle a Colombia tanto dinero, material bélico, conocimiento, entrenamiento como sea posible. No estoy en favor de un gran compromiso militar directo. También creo que hay que escuchar muy bien a los colombianos, y guiarse por lo que ellos consideran que necesitan y en lo que ellos creen que podemos ayudar. Semana: Usted viajó a Colombia recientemente. ¿Qué fue lo que más le impresionó?D.R.: Varias cosas. Por ejemplo, la cantidad de gente que sigue empeñada en poner al país otra vez en camino de recuperación.También me sorprendieron mucho el general Serrano y el presidente Pastrana. Son hombres muy impresionantes. No hay duda en mi mente de que están tratando de hacer lo correcto. Uno puede cuestionar el hecho de que efectivamente estén haciendo lo correcto, pero no hay duda de que le han puesto un gran empeño.Semana: En Colombia se habló bastante de que hubo problemas cuando usted trató de reunirse con el Presidente. Al parecer no pudieron ponerse de acuerdo en un principio y hubo molestia en ambas partes.D.R.: Estuve tan ocupado tratando de entender la situación y haciendo mi trabajo que no me percaté de que se estaban llevando a cabo estos contactos entre mi equipo y Palacio. Lo que puedo decir es que cometimos un error mientras estábamos allá. Y si se cometieron errores la responsabilidad es únicamente mía.Semana: ¿Cuándo piensa volver?D.R.: Antes del final de este año. Quiero seguir esta historia muy de cerca. Y hemos reportado más a fondo este tema que ninguna otra cadena o medio electrónico en este país en los últimos meses. Esa historia está aquí para quedarse.Semana: Entre 25 y 30 millones de personas ven '60 Minutes ' todas las semanas, y se dice que tiene el poder de hacer que un tema se vuelva importante para la opinión pública norteamericana...D.R.: Eso es cierto, o al menos eso espero. Pero lo que estoy tratando de hacer, no solamente en 60 Minutes sino en todo CBS, es redirigir nuestros recursos y nuestra atención a esta historia. De hecho, después de mi visita, algunos de nuestros competidores a toda prisa hicieron notas sobre Colombia. Y eso no fue una coincidencia.Semana: ¿Qué opinión le quedó del presidente Pastrana luego de reunirse con él?D.R.: En realidad no lo conozco lo suficiente para emitir un juicio. Pero no tengo duda de sus buenas intenciones. Qué tan inteligente es para a enfrentar los problemas de Colombia, estamos en el proceso de averiguarlo. Cuando estuvo aquí me reuní con él, y fue al Congreso al día siguiente. Dejó una muy buena impresión. Y ese no es un logro pequeño. Pero los problemas más difíciles están por resolver. Especialmente el tema de la paz. Semana: ¿Quién se encargó de su seguridad mientras estuvo en Colombia?D.R.: Yo mismo. Semana: ¿No tuvo seguridad?D.R.: Hablamos de eso antes de ir a Colombia y decidimos que teníamos que ser responsables de nosotros mismos. Sin embargo la Policía Nacional puso algunos hombres cuando hicimos cosas con ellos, pero no por solicitud nuestra.Semana: ¿Pensó en reunirse con 'Tirofijo'?D.R.: Sí, traté de hacerlo, pero no funcionó. Todavía lo estoy intentando. Semana: ¿Y por qué no pudo?D.R.: La guerrilla se negó. Sin embargo no tengo totalmente claro que nuestra solicitud hubiera llegado hasta la comandancia. Aún lo estoy intentando.Semana: Usted lleva más de 30 años como el rostro más conocido en los noticieros norteamericanos. ¿Cuánto tiempo más piensa seguir en esa labor?D.R.: Este mes cumplo 68 años de edad. Pero soy un reportero. Eso es lo que siempre he soñado ser. Mientras tenga mi salud, mientras alguien me lo permita, quiero hacer lo que sé hacer. Pero mi rezo todas las noches es "Dios, dame un día más para seguir en esto".