¡Dolor! Este ha sido el único pronunciamiento del expresidente Álvaro Uribe tras conocer el documento en el que Estados Unidos aprueba la extradición de Andrés Felipe Arias. La decisión del gobierno norteamericano da un duro golpe al corazón del uribismo que por tantos años ha defendido la inocencia del exministro de Agricultura y ex candidato presidencial de Álvaro Uribe en 2010.

A diferencia de ocasiones anteriores, cuando el presidente era Juan Manuel Santos, esta vez el expresidente Uribe no se fue lanza en ristre contra nadie para defender a Arias. La razón de lo escueto de su mensaje tiene que ver con que, en esta coyuntura,  está al mando del país  Iván Duque, quien subió al poder gracias a su padrinazgo. Otro era el lenguaje hace varios meses.

Desde el gobierno la respuesta fue prudente. El canciller Carlos Holmes Trujillo se limitó a decir que el gobierno de Colombia no ha recibido ninguna notificación oficial por parte del gobierno de Estados Unidos “acerca de su decisión discrecional de conceder o no la extradición del doctor Andrés Felipe Arias solicitada por la Corte Suprema de Justicia en el año 2014”. El presidente Duque, hasta el momento, ha guardado silencio. Puede leer: La carta a Duque que pide frenar la extradición de Andrés Felipe Arias El documento en el que se aprueba la extradición se filtró y se convirtió en noticia en la mañana de este viernes. Allí el Departamento de Estado de Estados Unidos sugiere que no hallaron posibles peligros de tortura en caso de que Arias vuelva a Colombia, como la defensa del ex ministro lo argumentaba. "La decisión de entregar a un fugitivo que ha reclamado la tortura invocando la Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, refleja una determinación de que la ‘tortura’ reclamada no cumple con la definición establecida o de que es poco probable que el fugitivo sea torturado si es extraditado", aseguran en el documento.

Sin embargo, el gobierno Duque sí había abogado explícitamente en el caso de Arias. El pasado 10 de diciembre el embajador de Colombia en Washington, Francisco Santos, envió una carta al Departamento de Justicia asegurando que no había "ningún riesgo de fuga" y que su encarcelación era "innecesaria". Esta acción diplomática fue muy criticada por la Corte Suprema de Justicia, la cual condenó a Arias por los delitos de peculado por apropiación a favor de terceros e interés indebido en la celebración de contratos. En redes, la petición del Embajador Santos también causó revuelo pues es poco habitual que desde la orilla diplomática se planteen este tipo de peticiones, más cuando estas tienen que ver con el funcionamiento del sistema judicial de otro país. Desde el uribismo los pronunciamientos públicos van en un mismo sentido: aseguran que Arias es inocente y que se  ha cometido una injusticia. La senadora María del Rosario Guerra envió un mensaje de solidaridad a la familia de Arias y reiteró que en su caso hay una “injusticia”. “Mi abrazo a Andrés Felipe Arias y a su familia. Coraje ante la adversidad, dignidad frente a la injusticia. Hoy, como siempre, estamos a su lado con nuestras oraciones aportando fe y fortaleza”, aseguró la parlamentaria desde su Twitter. Consulte: "No es ser prófugo de ustedes, es ser perseguido por los disparates de ustedes": Andrés Felipe Arias a magistrado de la corte Si por alguien ha metido las manos al fuego Uribe ha sido por Arias. El expresidente quería que fuera su sucesor, lo considera un hombre joven, preparado y capaz de asumir las riendas del país. En el uribismo se reconoce que la cercanía a su corazón estaba dada por sus similitudes. Arias no era conciliador, ni moderado, y se daba peleas pública y permanentemente por su jefe. Sin embargo, su situación jurídica truncó que siguiera haciéndolo. Uribe ha ido hasta Estados Unidos para acompañar a su exministro a las diligencias judiciales, en las que Arias pide asilo, y ha pedido que se garantice su derecho a la doble instancia.

Si efectivamente la extradición de Arias es una decisión tomada regresará a Colombia para cumplir su condena de 17 años y cinco meses por el caso Agro Ingreso Seguro. En el momento en que Arias pise tierra colombiana y tenga que comparecer ante las autoridades el gobierno de Duque estará en uno de sus días más grises. Para muchos ciudadanos este caso es complejo y asumen que el hecho de que Arias regrese al país es una decisión que tiene que ver con el Ejecutivo. Pero el Presidente no tiene opción: debe cumplir con la ley, aunque políticamente signifique un duro revés.