Se sabía de antemano que la Farc no la tendría fácil en su tránsito de las armas a la política. Pero era difícil vaticinar que ciudadanos del común pasaran de los gritos a la violencia con el candidato presidencial de esa colectividad.En su visita a Armenia, Rodrigo Londoño -más conocido Timochenko- fue objeto de gritos e insultos mientras hacía proselitismo e intentaba exponer sus ideas de campaña: “asesino, genocida”, le decían.
Pero el asunto se complicó cuando una muchedumbre se apostó a la salida del hotel donde Timochenko se hospedaba. La gente exigía que saliera. Luego, lo que ya se había convertido en una turba, se abalanzó sobre la camioneta blindada en la que se iba a transportar el candidato. La gente intentó romper los vidrios y pincharon las llantas.Lo que era una protesta se estaba convirtiendo en un disturbio. Personal del Esmad de la Policía tuvo que hacerse presente porque los escoltas eran insuficientes. Timochenko pudo salir del hotel en medio de un esquema de seguridad improvisado.
Timochenko calificó los incidentes como un asunto normal: “A mí me parece normal que los quindianos manifiesten algo de rechazo. Es más, estoy sorprendido, porque pensé que iban a haber más dificultades, por el contrario, en este viaje he encontrado muchas muestras de apoyo. Me reuní con líderes sociales y sentí como la emoción aumenta en el departamento”, citó el diario la Crónica del Quindío.Resulta paradójico que justamente ese departamento es la cuna de Timochenko. Rodrigo Londoño nació en el municipio de La Tebaida. De hecho, quien fuera décadas despues el comandante máximo de las Farc, pasó sus años de infancia en tierras cafeteras: estudió en la escuela pública Antonio Nariño y en los institutos La Tebaida y Quimbaya.