“En Colombia no ha existido una sola generación que haya vivido en un país en paz”. Con esta frase, inicia la Comisión de la Verdad uno de sus capítulos sobre los hallazgos que se evidencian en el informe final en materia de violación de derechos humanos.

En uno de los apartes del documento conocido por SEMANA se menciona que para el informe se analizaron violaciones e infracciones como homicidios, agrupados en ejes como: masacres, ejecuciones extrajudiciales y asesinatos selectivos.

También se refieren a atentados contra el derecho a la vida: desaparición forzada; secuestro; torturas; detenciones arbitrarias; violencias sexuales; amenazas; reclutamiento de niños, niñas y adolescentes; trabajo forzoso; extorsión; ataques indiscriminados; ataques a bienes protegidos; desplazamiento forzado; confinamiento; despojo, entre otros.

Y precisamente, siendo uno de los mayores protagonistas de estos hechos las guerrillas, especialmente las Farc, la Comisión lanza una especie de justificación para gran parte de la motivación que tuvo la subversión explicando que la “mayor parte de las veces los combatientes actuaron orientados por una lógica del exterminio físico y simbólico de quien se consideraba enemigo, por razones políticas, movimientos sociales o población civil a la que se estigmatizó desde diferentes bandos y grupos”.

En otro aparte, señala la Comisión que “se trató de ganar la guerra controlando el tejido social. Una reconfiguración violenta del territorio mediante el desplazamiento forzado, el despojo de tierras, o el control de la política local y de las regiones. Las violaciones también se cometieron con la intención de obstruir la solución política del conflicto armado, como retaliaciones y respuesta a otros hechos, y también en los intentos de implementación de acuerdos de paz”.

En este caso, la tesis que tiene el informe es que los homicidios son la gran mayoría de los hechos reportados, seguida de la desaparición forzada, el secuestro y el reclutamiento. Uno de los capítulos del informe explica que con la llegada del expresidente Uribe en el 2022, hubo una significativa ola de violencia especialmente en el segundo semestre del 2002.

Y agregar que, a partir de 2010 y hasta 2016 (gobierno Santos) “hay un permanente y gradual descenso, aunque la violencia persiste, sobre todo en relación con los homicidios que tienen una tendencia que se mantiene en el tiempo, inclusive con un aumento para el periodo 2017-2018″.

De hecho, en un aparte del capítulo 3 de los hallazgos, la Comisión de la Verdad no escatimó elogios para el gobierno del expresidente Santos, de quien señala, “no detuvo la ofensiva militar contra las guerrillas, pero le tendió un ramo de olivo a las víctimas”.

El informe de la Comisión cita los datos del Centro Nacional de Memoria Histórica, que señala que poco más del 80% de personas muertas en el conflicto fueron civiles y el 20 % combatientes, sumando homicidios, desapariciones forzadas que fueron letales, personas muertas en el cautiverio y víctimas mortales de minas.

¿Quiénes fueron los responsables de homicidios durante el conflicto?

La Comisión de la Verdad, hablando sobre violación de derechos humanos, señala que los primeros responsables son los grupos paramilitares, con aproximadamente el 45 % de los casos.(205.028 víctimas), las guerrillas fueron responsables del 27 % de las víctimas (122.813 víctimas) y los agentes estatales directamente del 12 % (56.094 víctimas). Del porcentaje de guerrillas, el 21 % corresponde a las FARC-EP, el 4 % al ELN y el 2 % a 115 otras guerrillas.

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