Carlos Hernán Rodríguez se convirtió este jueves en el nuevo contralor general con un respaldo de 260 votos, en Senado tuvo 94 apoyos y 166 en Cámara. La mayoría de partidos políticos se inclinaron a su favor, después de una intensa campaña donde hubo de todo, en medio del proceso de selección.

Tras la elección, el senador de la República, y ex candidato presidencial, Rodolfo Hernández, le envió un mensaje en su cuenta de Twitter: “Que el nuevo Contralor de la República recuerde que estamos para servirle es al pueblo colombiano y no a los politiqueros de siempre”.

Pese a las críticas, Rodríguez logró sumar el respaldo del Partido Liberal, Cambio Radical, el Partido Conservador, la U; Centro Democrático, Mira, Pacto Histórico, Partido Comunes y los integrantes de las 16 curules de paz.

Desde diferentes orillas se dijo que Rodríguez contó con el guiño del presidente Gustavo Petro, pero el propio Gobierno negó esa versión. Sin embargo, la tradición política en Colombia muestra que al órgano de control han llegado funcionarios que de una u otra forma han sido respaldados por los mandatarios de turno.

Rodríguez cuenta con una hoja de vida de más de 30 años de experiencia en el servicio público. Fue concejal del municipio de Palmira, diputado de la Asamblea Departamental del Valle del Cauca, secretario de Desarrollo y de Planeación, contralor departamental del mismo departamento, director nacional del Sistema de defensa pública de la Defensoría del Pueblo y finalmente Auditor General de la República. Siendo diputado del Valle, se salvó del secuestro en el que fueron asesinados los 11 diputados.

Según la información registrada en su hoja de vida es abogado de la Universidad Santiago de Cali, especialista en Derecho Administrativo de la misma universidad y Magister en Derecho Constitucional de la Universidad Libre de Colombia.

“Soy un profesional competente, perseverante, con sentido de responsabilidad social, honesto, con vocación de liderazgo y aprecio a las relaciones interpersonales; hombre probo, con capacidad intelectual y emocional suficiente para ejecutar de manera más que idónea la gestión fiscal que comprende la administración y manejo del erario así como de los bienes públicos, en el marco de las responsabilidades que por competencia constitucional y legal son encomendadas al Contralor General de la República, cargo que, además de conocimiento académico, poseo la experiencia comprobada para salir avante en dicha responsabilidad, en beneficio de la Entidad y del control fiscal en Colombia”, dijo Rodríguez.

Antes de la elección, el ahora contralor, señaló que los señalamientos en su contra por presuntos vínculos con el narcotráfico no son ciertos. “Mis comportamientos éticos y morales me han permitido desarrollar actividades tanto públicas como personales con honestidad, transparencia, imparcialidad, diligencia e independencia, tal como se exige a todos los servidores públicos y en especial a quienes ejercemos funciones de control”.

Agregó que a lo largo de su experiencia en el sector público nunca ha tenido “una sola investigación, sanción o situación que haya comprometido mi buen nombre, dignidad, responsabilidad e integridad ni el de mi equipo de trabajo o el de las Instituciones a las que he prestado mis servicios”.

Por su parte, la candidata Rangel presentó una carta con la que renunció a su aspiración previo a que se presentara la votación en el Congreso. Argumentó que las circunstancias políticas no se dieron pero que a pesar de eso sigue creyendo en la democracia del país y las instituciones.

“Declino mi aspiración para ser la segunda mujer contralora de la República. Deseo que el Congreso de Colombia tenga éxito, al igual que el nuevo Gobierno en la implementación de sus programas. Estaré siempre lista a contribuir a la profundización de la democracia y a la resolución de los problemas del país en el campo social, político y económico”, dijo Rangel.