La Fiscalía le cayó a los bolsillos del Clan del Golfo y tras un operativo en la ciudad de Bogotá, al menos ocho personas encargadas de las finanzas criminales de esta organización, fueron capturadas, un procedimiento que dejó incluso la extinción de dominio de varias propiedades.

Entre los capturados hay una reconocida abogada que fue funcionaria del Cuerpo Técnico de Investigaciones, pero que se dejó tentar por los millonarios honorarios que entregaban jefes paramilitares en su defensa. Se convirtió en la abogada de poderosos criminales que conociendo la experiencia que tenía la abogada no dudaron en contratarla.

Se trata de Consuelo Ibeth Parra Velandia, de acuerdo con el expediente que reposa en la dirección contra el lavado de activos de la Fiscalía, se convirtió en la mano derecha de conocidos capos paramilitares que se esforzaron por ocultar millonarias propiedades de las autoridades.

La abogada estuvo en la defensa de Diego Murillo Bejarano, alias Don Berna y de Daniel Rendón Herrera, alias don Mario, la mayoría de sus clientes extraditados a los Estados Unidos por el delito de narcotráfico.

Hasta el momento no se conocen en detalle los resultados del operativo y las circunstancias de modo, tiempo y lugar que llevaron a la captura de ocho personas, incluyendo a la reconocida abogada, lo que se advirtió es que en las próximas horas serán presentadas ante jueces de control de garantías para las audiencias preliminares.

Fuentes del proceso advirtieron que la Fiscalía tiene material probatorio de sobra para demostrar la presunta responsabilidad que tendría la abogada y el resto de capturados, en la investigación por Lavado De Activos que se adelanta en el ente acusador y que justamente derivó en una extinción de dominio.

Se espera que en las próximas horas la Fiscalía entregue detalles de los operativos y de la propia investigación que derivó en las capturas, además de cuál y cuántos fueron los bienes objeto de extinción de dominio en la ciudad de Bogotá, donde se sabe la abogada tenía su despacho.

Lo que advierten los investigadores, es que las capturas no se dan justamente por la actividad como abogada que desempeñaba en la exfuncionaria, sino ante la evidencia del manejo de bienes que aparentemente tendría de quienes eran sus clientes, es decir, los capos paramilitares extraditados.

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