En la tarde de este jueves, a tres días de que termine el periodo legislativo, el corazón de la reforma política entró en cuidados intensivos. El artículo que establecía las listas cerradas, que eliminaba el voto preferente en todas las elecciones a corporaciones públicas, fue negado por la plenaria de la Cámara de Representantes a pesar de que había superado tres debates. De esa manera, la principal apuesta del gobierno del presidente Iván Duque en esta reforma quedó en veremos. Le recomendamos: "La reforma política del gobierno no resuelve los problemas de fondo": Catalina OrtizDe hecho, el proyecto de acto legislativo de reforma política que presentó la ministra del Interior Nancy Patricia Gutiérrez se reducía a esta disposición, como una fórmula para enfrentar la corrupción electoral. Como el voto preferente, con el que actualmente se escoge la mayoría de congresistas, diputados y concejales, ha sido calificado como la raíz del clientelismo y la compra de votos, el gobierno Duque la presentó dentro de su paquete de normas anticorrupción y como una apuesta para fortalecer los partidos políticos, que en adelante tendrían que conformar sus listas de candidatos mediante mecanismos democráticos. Aunque parecía un consenso acabar con el voto preferente, varios partidos expusieron sus dudas, pues al establecer las listas cerradas se necesitaba que la reforma política determinara los mecanismos de democracia interna para la selección de los candidatos, pero como eso se relegaba a una ley posterior, prácticamente se abría las puertas a que en las elecciones del próximo año los directores de cada partido determinaran sus candidatos mediante el procedimiento del bolígrafo. Puede leer: ¿Qué pasará con la lista cerrada? Otros partidos advertían que las listas cerradas beneficiarían a aquellas colectividades que se han formado alrededor de figuras caudillistas, y hasta el Polo Democrático dijo que era una norma para acabar con su partido. Sin embargo los principales promotores de la actual reforma política han señalado que a las mayorías parlamentarias no les interesa modificar las reglas de juego de las elecciones porque precisamente se han beneficiado de ellas. El senador Roy Barreras (La U), luego de conocer la decisión de la plenaria de la Cámara, culpó directamente al partido Cambio Radical del hundimiento de la norma que establecía las listas cerradas. El parlamentario aseguró que no se explica cómo algunos partidos quieran defender el sistema clientelista. 

Le recomendamos: Qué quedó de la ley de orden público que quería el uribismoLo cierto es que además de Cambio Radical, representantes del Partido de la U y el Partido Liberal también votaron en contra las listas cerradas. La votación quedó: 56 a favor de las listas cerradas y 78 en contra. La representante Juanita Goebertus (Alianza Verde) recordó que las listas cerradas había sido una de las principales recomendaciones de la misión electoral especial que se conformaron por el acuerdo de paz con las Farc, y las había señalado como la mejor manera de combatir los altos costos de las campañas y la politiquería. Con la decisión de negar las listas cerradas, también se tumba la disposición que exigía a los partidos políticos conformar listas de candidatos paritarias alternando un hombre y una mujer. De haber sido aprobada esa norma permitía que por lo menos en el próximo Congreso existiera una participación del 50 por ciento de mujeres, pues actualmente se reducen al 20 por ciento del parlamento. Puede interesarle: Con reforma política, Congreso recupera una dosis de mermeladaPese a la decisión de la Cámara, el corazón de la reforma política aún no está muerto, pues si supera el cuarto debate deberá conciliarse con el texto del Senado, allí las listas cerradas fueron aprobadas, pero la participación de las mujeres en ellas solo es del 30 por ciento. Este viernes deberá someterse a conciliación el texto de la reforma política en el Senado y en la Cámara y allí podría revivir las listas cerradas. El proyecto deberá ser conciliado antes del 16 de diciembre para pasar a la segunda vuelta. El senador Barreras y la representante Goebertus coinciden en que sin esa disposición la reforma política no tendría ningún sentido. De ser así el gobierno sumaría una nueva derrota en el Capitolio.