El primer empeño del presidente Gustavo Petro es lograr que su reforma tributaria sea aprobada en el Congreso antes de diciembre próximo. El recaudo que se busca es de 25 billones de pesos. Este tema divide las opiniones en Colombia. Así lo demuestra la encuesta del Centro Nacional de Consultoría para SEMANA: un 48 por ciento está de acuerdo con esta iniciativa, y un 41 por ciento se muestra en desacuerdo.
Si se analiza la reforma a fondo, varios de sus puntos tienen un gran respaldo. Por ejemplo, aumentarles los impuestos a los colombianos que ganen más de 10 millones de pesos mensuales tiene un amplio apoyo (70 por ciento). Solo el 28 por ciento rechazó esa posibilidad.
Por su parte, el impuesto al patrimonio a partir de los 3.000 millones de pesos, que tanto debate ha generado, tiene un respaldo del 62 por ciento, y apenas el 32 por ciento está en desacuerdo. Si algo ha generado malestar es la posibilidad de que se les cobre un impuesto a las pensiones superiores a los 10 millones de pesos.
Pero Petro tiene el respaldo popular en este punto: el 61 por ciento considera que eso es lo que se debe hacer, y el 36 por ciento lo ve inconveniente.Pero hay una iniciativa que casi que pone a todo el mundo de acuerdo: los colombianos no ven con buenos ojos (63 por ciento) que se mantenga el cobro del 4 x 1.000.
Solo un 27 por ciento aprueba que ese impuesto se siga cobrando. Sin embargo, un 71 por ciento de los encuestados se mostró a favor de que los bancos paguen más impuestos frente a lo que pagan hoy. Las personas entre los 18 y los 40 años son las que más piden que esto suceda (77 por ciento).
En general, apenas un 25 por ciento rechazó esa propuesta. Los mayores de 56 años son los más conservadores y en un 31 por ciento no están de acuerdo con que se aumente la carga tributaria para los bancos.
En medio de la discusión de la reforma tributaria en el Congreso, y ante la opinión pública, uno de los temas más álgidos ha sido si a las iglesias se les debe cobrar impuestos o no. De nuevo, el país se fracciona ante esta posibilidad: 47 por ciento respondió que sí y el 51 por ciento dijo que no.
Quienes dicen ser simpatizantes de la Alianza Verde son los que más empujan esta iniciativa (69 por ciento). De hecho, la representante a la Cámara Katherine Miranda, quien ha dado el debate nacional y se ha empeñado en que las iglesias tengan una carga tributaria, pertenece a esa colectividad. El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, le dijo a SEMANA que no se van a meter con las iglesias.
Curiosamente, los que más defienden a las iglesias para que no paguen impuestos se reconocen como militantes del Partido de La U (73 por ciento), por encima incluso del Partido Conservador (69 por ciento).
En la región Caribe es donde más están en desacuerdo con la posibilidad de que las iglesias paguen impuestos (67 por ciento). Y es en Bogotá, por el contrario, donde más respaldo tiene esa propuesta (65 por ciento).
A la par que la reforma tributaria camina en el Congreso, el presidente Petro ha ordenado eliminar prácticamente todas las consejerías, excepto cinco de ellas. El 65 por ciento está de acuerdo, mientras el 26 por ciento está en desacuerdo. En últimas, el Gobierno también quiere apretarse el cinturón, como pretende hacerlo con los colombianos. La clave en la reforma tributaria será obtener los recursos que se requieren para atender el gasto social, pero sin destruir el crecimiento económico, los empleos y las empresas.