La Corte Constitucional en la noche de este martes definió el futuro de las corridas de toros en Bogotá al proteger el “derecho a la libre expresión artística” de los amantes de la denominada 'Fiesta brava' y conmina a la Administración Distrital a la “restitución inmediata” de la plaza de toros de La Santamaría para la realización de “espectáculos taurinos”. La decisión es significativa para la administración de Gustavo Petro, quien dijo hace algunas semanas que prefería irse del cargo antes que reabrir el escenario para la realización de corridas. Ya son dos años en los que la temporada taurina se ha dejado de celebrar en la capital. La Corte Constitucional señaló que “ni el marco legal para la realización de la tauromaquia, ni los condicionamientos” impuestos por ese alto tribunal facultaban al Distrito a “imponer la alteración en la estructura del espectáculo taurino o para eliminar la muerte del toro”. Así, la Corte ordenó “restituir de manera inmediata la plaza de La Santamaría como plaza de toros permanente para la realización de espectáculos taurinos y la preservación de la cultura taurina, sin prejuicio de otras destinaciones culturales y recreativas que alteren su destinación principal”. Para la Corte es claro que existió una vulneración del “libre derecho de la expresión artística de la Corporación Taurina de Bogotá, puesto que la Administración Distrital intervino indebidamente en el contenido artístico y con la realización” de los eventos. La 'estocada' Casi dos años después de que el alcalde Gustavo Petro prohibió las corridas de toros, este martes, un fallo de la Corte Constitucional revivió la denominada 'Fiesta brava', después de que encontró "que no existe una norma legal que imponga la prohibición general de los espectáculos taurinos" en la capital. El fallo corresponde a una acción de tutela instaurada por la Corporación Taurina de Bogotá, empresa que desde 1999 organizaba las corridas en la plaza de toros de Santamaría, contra la decisión del alcalde, quien terminó el contrato de arrendamiento con el argumento de que no volvería a prestar la plaza para espectáculos “alrededor de la muerte”. El alcalde dio por terminado el contrato en junio del 2012. La ponencia del magistrado Mauricio González se basa en la sentencia C-889 del 2012, que declaró exequible la Ley 916 de 2004 (reglamento taurino), en la que el alto tribunal dice que los alcaldes y los concejos municipales no pueden prohibir las corridas de toros en los municipios donde exista esa tradición. Otro argumento que se emplea en la ponencia es la jurisprudencia en la materia contenida en la sentencia del año 2010 C-666, que confirma que es una expresión artística y cultural de arraigo, por lo cual tiene que ser respetada, en referencia al derecho fundamental de la expresión, y fija unas condiciones para que se realice el espectáculo. Una de ellas es que "únicamente se podrán desarrollar en aquellos municipios o distritos en los que las mismas sean manifestación de una tradición regular, periódica e ininterrumpida y que por tanto su realización responda a cierta periodicidad”, dice la sentencia. De acuerdo con la misma, la prohibición en el uso de la Plaza La Santamaría atenta en contra del derecho fundamental de la libre expresión, ya que es la tradicional plaza que tiene arraigo cultural y donde se han desarrollado las corridas hace décadas. ¿Revive la polémica? La decisión de la Corte Constitucional se dio en un momento en que un grupo de 14 novilleros se encuentra en huelga de hambre en protesta por la desaparición de estos eventos taurinos. Hace 29 días, ocho de ellos iniciaron la huelga y con el correr de los días, se les unieron seis más, indicó por teléfono Diego Torres, uno de los manifestantes a la Agencia AP. Torres le dijo a la AP el martes por la noche que no levantarán la huelga hasta que se sepa qué hará Petro tras el fallo de la Corte Constitucional. Pues hace menos de un mes el alcalde mayor de Bogotá había anunciado que no acataría la sentencia a favor de las corridas de toros. Durante una reunión intentando llegar a un consenso con los novilleros, Petro les dijo que si el fallo de la Corte Constitucional salía a favor de los toros, él no lo iba a acatar. “Sería traicionar mis principios”, dijo. “Prefiero renunciar antes de reabrir la plaza de toros”, agregó. De otro lado, organizaciones defensoras de los derechos de los animales han apoyado la decisión de Petro de vetar las corridas en Bogotá. Son pocos los países del mundo donde se practica la tauromaquia. Uno de ellos es España, salvo en la región de Cataluña donde están prohibidas las corridas. También se llevan a cabo en México, Venezuela y Perú, así como en Portugal, Francia y Ecuador, pero en estos últimos tres países no se permite matar al animal. En Colombia la fiesta taurina se remonta al siglo XIX. Actualmente hay más de 300 plazas en todo el territorio nacional y se calcula que cada año se realizan un centenar de corridas. Tan sólo en la capital es elevada la suma de dinero que mueve la tauromaquia. La temporada bogotana, que se lleva a cabo en enero y febrero con seis corridas, genera unos 7.000 millones de pesos (unos 3,7 millones de dólares), según la Corporación Taurina.