Recientemente, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, le pidió a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, que fuera el garante de las negociaciones de paz que su gobierno prevé reiniciar en las próximas semanas con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). La propuesta fue aceptada inmediatamente por el mandatario de Venezuela.
En medio de las críticas que se han conocido por dicha designación, el embajador de Colombia en EE. UU., Luis Gilberto Murillo, admitió que existe preocupación del Congreso de Estados Unidos sobre esa situación en particular.
Ante esa situación que genera una alerta en el Gobierno nacional, el funcionario diplomático anunció que se tomarán acciones para explicar ante las autoridades de Estados Unidos los pasos del proceso de reactivación de conversaciones con ese grupo subversivo.
“Si hay algunos sectores, sobre todo del congreso de Estados Unidos, que han manifestado su preocupación, nosotros estamos obviamente dando la información necesaria”, sostuvo Murillo.
Y agregó el alto funcionario del gobierno del Pacto Histórico: “La narrativa, los argumentos, entonces hay discusiones que se están adelantando y lo más importante es que el ambiente de diálogo sea un ambiente muy propositivo”.
Cabe resaltar que esta controversial noticia de que Venezuela será garante del proceso de diálogo entre el gobierno de Gustavo Petro y el ELN no ha caído para nada bien en todos los sectores políticos, desde donde no han escatimado en críticas contra el presidente venezolano Nicolás Maduro.
Sin embargo, la aceptación de Venezuela como garante se dio luego de una carta entregada personalmente a Maduro por el embajador de Colombia en Venezuela, el exsenador Armando Benedetti, que desempolva protocolos que se firmaron en 2016, los cuales advierten que los negociadores del ELN retornarán a Colombia haciendo tránsito por Venezuela.
“Como es de su conocimiento, con la activa participación de la República bolivariana de Venezuela y otros cinco países en calidad y garantías, se firmó en la ciudad de Caracas en marzo de 2016, un acuerdo y una agenda de diálogos con el Ejército de Liberación Nacional, así como en el mes de abril de este año, unos protocolos, entre ellos el que contempla el retorno a Colombia de la delegación de diálogo de dicha insurgencia, transitando por territorio venezolano”, dice uno de los apartes de la carta.
En otro punto indica la comunicación: “Las dos partes hemos llegado a un acuerdo para dar aplicación Cabal y Segura a dicho protocolo, previendo la realización de una pronta reunión en Venezuela a fin de concretar el procedimiento, así como otros pasos para el anhelado restablecimiento de la mesa de conversaciones con esa guerrilla. Por esta razón le solicitamos su activación como país garante, su autorización y cooperación en el proceso que estamos reiniciando”.
Por su parte, Maduro respondió: “Yo le dije y le estoy diciendo al presidente Gustavo Petro y a Colombia que, una vez más, como lo hizo el comandante Chávez, en su tiempo, para garantizar los Acuerdos de Paz que luego se firmaron, que me tocó participar como garante. Una vez más, presidente Gustavo Petro y a Colombia le decimos que Venezuela acepta el carácter de garante de las negociaciones y de los acuerdos de paz de Colombia con el ELN”, señaló.
El líder del régimen también aseguró: “Pondremos nuestra mejor voluntad, en nombre de Dios, por la paz total de Colombia”.
Esta confirmación desató todo tipo de críticas, no solo porque se ha denunciado que Maduro habría dado refugio y apoyo a miembros de este grupo guerrillero, sino porque el Gobierno venezolano tiene serios cuestionamientos por violaciones de derechos humanos.
Esto se trata de un paso más hacia adelante en la construcción de una mesa de diálogo entre el Estado colombiano y la guerrilla del ELN. Según Beltrán, uno de los máximos jefes de la mayor guerrilla colombiana en activo, las conversaciones podrían iniciar en tan solo “semanas”.
Sin embargo, asegura que el ELN necesita “hechos” y no solo “palabras” tras lo sucedido con el acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), que califica de “más un fracaso que un acierto”.
Cabe recordar que Venezuela ya fue garante de las negociaciones de paz con las Farc, que tuvieron lugar en La Habana entre 2012 y 2016, y según los anteriores gobiernos colombianos, el ELN y otros grupos armados ilegales todavía se refugian en ese país.