Este miércoles 27 de abril se registró un motín en la Unidad de Reacción Inmediata (URI) ubicada en la localidad de Puente Aranda, en el centro occidente de Bogotá.
Las autoridades registraron un intento de fuga masiva de algunos reclusos del lugar, después de que le prendieron fuego al primer y segundo pisos del edificio. Hasta el momento se desconoce el número de heridos tras la acción.
Además, se adelanta un conteo de reclusos para determinar si se presentaron fugas, mientras que la Policía lleva a cabo un plan candado para cercar el área.
Ante el hecho, las autoridades desplegaron un ‘Plan Candado’ en la zona, para encontrar a los prófugos, en un operativo que está bajo el liderazgo del general Eliécer Camacho.
Pero no es la primera vez que un hecho así ocurre en esta URI, pues el 18 de abril, los videos de seguridad del lugar se convirtieron en los elementos de prueba para una investigación por el delito de fuga de presos. Al menos once detenidos que se encontraban en esta unidad judicial se fugaron por las bardas.
En las imágenes se observa cómo los detenidos trepan una reja que comunica con la parte exterior de la URI y en desbandada tratan de escapar mientras un solo policía intenta frenar la fuga.
En el centro de reclusión se encuentran los privados de la libertad por delitos como homicidio, hurto, secuestro, tráfico de estupefacientes, hurto y un listado de hechos criminales que convierte a esta unidad judicial en, quizá, la más importante de Bogotá por la complejidad de los casos que se asumen.
La Fiscalía confirmó a SEMANA que los once detenidos se encontraban en las celdas que tenía bajo custodia la Policía Nacional y que estaban asignadas a la Sijín; por tanto, eran detenidos que estaban a órdenes de esa unidad judicial.
De inmediato se abrió una investigación de la Fiscalía, no solo por ser un delito, el de fuga de presos, sino porque llama la atención cómo los once detenidos logran escapar de la URI, custodiada por la Policía, vigilancia privada y queda en una estación de Policía, la más grande del centro de Bogotá.
Recientemente la Personería estuvo en una serie de visitas a las Unidades de Reacción Inmediata por denuncias de hacinamiento, que son evidentes, y advirtieron de la posibilidad de motines o problemas de convivencia en estos centros de reclusión, pero no anticiparon lo que parecía más obvio, la fuga de los detenidos.
Los problemas de las URI, el hacinamiento y los hechos de corrupción son de nunca acabar. Son varias, reiteradas y conocidas las denuncias por hechos criminales al interior de estos espacios que se supone son de detención temporal, pero se convirtieron en un problema para el sistema penitenciario.
En las URI se habla de hacinamiento que supera el 100 %, a veces hasta el 400, en espacios de reclusión como el de Puente Aranda, escenario de esta nueva fuga, y parece repetido que se conozcan noticias de fugas en estos centros de detención, supuestamente transitorios.
Hace algunos meses, la misma Policía entregaba un reporte de fuga de presos en esta URI, se anticiparon investigaciones, medidas y garantías para que criminales que atentan de forma directa contra la seguridad ciudadana no se fuguen, pero volvió a ocurrir.