En horas de la tarde-noche del pasado martes, el líder sindical, William Manrique, dirigente sindical y ejecutivo de la Unión de Trabajadores del Estado y los Servicios Públicos UTRADEC-CGT sufrió un atentado cuando el carro en el que se movilizaba fue impactado por varios proyectiles de bala, uno de ellos impactó en el pecho del sindicalista que no sufrió heridas de gravedad gracias al chaleco antibalas que llevaba puesto. Fuente muy cercana al dirigente narró a SEMANA los hechos, que se presentaron tras salir de una reunión en Tunja. Cuando iban adelante del Sisga, el conductor escolta con el que cuenta, notó la presencia de una motocicleta que comenzó a disparar a poca distancia de la ventana del copiloto, donde iba el dirigente. No obstante, la pericia del conductor evitó una tragedia: "Él se abalanza sobre la motocicleta, y logran avanzar rápidamente, y no se detuvieron hasta llegar a una estación de Policía en Gachancipa".
Manrique explicó que -a pesar de que, según una resolución de enero de 2019 de la Unidad Nacional de Protección, le fueron asignados dos escoltas- desde que inició el esquema solo le han dado uno, sin tener en cuenta las múltiples y constantes amenazas después de denunciar presuntos hechos de irregularidades en la Subred Hospitalaria del sur de la ciudad en junio de 2018. Desde esa fecha, el dirigente sindical ha recibido numerosas amenazas donde exigen su salida de las subredes de salud, además también han amenazado a su familia. En alguna ocasión lo estaban esperando para entregarle un sufragio acompañado de las palabras intimidantes en zona cercana a su trabajo en Ciudad Bolívar. Una persona cercana al sindicato explicó que las amenazas contra Manrique habían disminuido los últimos meses, pero se reactivaron después de solicitar mediante derecho de petición el resultado de las investigaciones por la pérdida de 1.500 millones de pesos de la Subred de Servicios de Salud de Bogotá: “Casi se matan (...) esto es desesperante, es increíble que por denunciar las irregularidades y defender las instituciones públicas atenten contra la vida de una persona”. En estos momentos Manrique está fuera del centro médico y tiene un hematoma en el pecho, "es un milagro que esté vivo, mi familia me está pidiendo que me retire de estas actividades (...) esto lo pone a pensar a uno en muchas cosas", relató
Por su parte, la Central Unitaria de Trabajadores expresó su apoyo a Manrique e instó al Gobierno a tomar medidas. "Exigimos al Gobierno las garantías constitucionales para el ejercicio de los derechos sindicales y alertamos a todas y todos los afiliados ante la continuidad de la violencia contra el sindicalismo”. Asimismo, líderes de diferentes sectores y políticos como Gustavo Petro y Piedad Córdoba expresaron su rechazo por los hechos.