En la mañana de este miércoles, Socorro Oliveros, esposa del candidato presidencial Rodolfo Hernández, dio a conocer una carta abierta dirigida a los colombianos. En ella, habla específicamente sobre Juliana Hernández Oliveros, su hija que fue secuestrada y asesinada por el ELN.
Al principio habló sobre la dura campaña que inició desde la segunda vuelta presidencial. “El contendor en esta segunda fase de campaña se ha caracterizado, particularmente, por una manera sucia de hacer política. Se le miente al electorado buscando desprestigiar al opositor, inculcando mentiras en la cabeza de la gente y desviándola de la verdad”, dice el documento.
Dentro de esta nueva campaña, según Oliveros, “se han tomado elementos de mi vida personal, los cuales son inaceptables dentro de una sociedad enferma que se alimenta del dolor, particularmente, con el sufrimiento de una madre y la pérdida de una hija secuestrada y con la incertidumbre de la verdad”.
“El paradero de su cuerpo aún es desconocido, lo cual es muy doloroso para mi y mi familia”, agregó.
Recalcó que la campaña del ingeniero, de la cual ella es gerente y principal autoridad financiera, no es tradicional y es “un hito en la historia de Colombia”. A su vez, afirmó que el equipo está en contra de la campaña sucia.
“Por lo cual consideramos que el mensaje referente al secuestro y muerte de nuestra hija requiere respeto hacia la víctima, respeto hacia los que sufrimos la pérdida, y perdón y comprensión hacia los secuestradores que me quitaron a mi hija buscando únicamente dinero”, aseveró.
Finalmente, hizo un llamado a los colombianos para que se muestre respeto frente a la situación que resultó en la muerte de su hija: “Repudiamos de manera categórica el manejo que se está dando a la muerte de nuestra hija y hago un llamado a Colombia entera para que diga ¡No más violencia ni en las calles, ni en las redes sociales!”.
“Los colombianos estamos cansados de tanto odio. Merecemos y queremos paz”, concluyó Oliveros, gerente de campaña y esposa de Rodolfo Hernández.
El tema de Juliana Hernández es sensible para la familia que quedó con solo tres hijos después de su secuestro y desaparición. El candidato presidencial ha mostrado en varias ocasiones que la herida aún está abierta, afectándose visiblemente.
La primera vez que se le vio al borde de las lágrimas por el tema de su hija fue en el cara a cara entre precandidatos presidenciales organizado por SEMANA y El Tiempo.
Después en una entrevista con Noticias RCN, previa a la primera vuelta, rompió en llanto frente a la imagen de Juliana. Hace pocos días, en diálogo con CNN en Español, Hernández lloró desconsolado y prometió luchar por la paz en Colombia.
“Me metí a la política para ver cómo colaborar con ese flagelo que tuvimos los colombianos, a ver cómo se corregía, porque yo sé que todo eso que pasó en Colombia fueron expresiones de necesidades del sector campesino que en la época los gobiernos no atendieron. Cuánto dolor tuvo que correr, cuántas destrucciones de familias... Ahora que tengo la posibilidad de ayudar, me voy a dedicar a la paz”, dijo, después de llevar su mano al rostro.
Juliana, la única hija de Rodolfo Hernández, fue adoptada por la pareja que en el momento no lograba tener hijos. Fue secuestrada el 4 de junio de 2004 por el ELN. Para su rescate pedían una gran cantidad de dinero: dos millones de dólares. El ingeniero no estaba dispuesto a pagarlos. Después de 18 años de desaparecida, el candidato presidencial dio a su hija por muerta.