“Nos hacen trabajar desde las 5 de la mañana hasta las 8 o 9 de la noche. No tenemos tiempo de almuerzo, está mal visto almorzar”, es la denuncia de uno de los residentes de la facultad de Medicina de la Universidad Javeriana a la que tuvo acceso SEMANA, luego de que Catalina Gutiérrez, residente de cirugía general de la misma universidad, perdiera la vida en medio de fuertes cuestionamientos de maltrato por parte de sus superiores.
Antes de su fallecimiento, Catalina dejó un mensaje a través de las redes sociales que se ha vuelto viral: “A todos los residentes, gracias, de cada uno me llevo muchas enseñanzas. Siempre los llevaré en mi corazón, ustedes sí pueden, ánimo”.
Este mensaje ha resonado profundamente entre sus colegas, quienes han decidido romper el silencio y exponer las “malas prácticas médicas”, como le llaman, por parte de algunos residentes superiores y docentes que ejercen presión para “aburrirnos” por “no ser el recomendado de”.
El testimonio que conoció SEMANA arroja luz sobre la situación de los residentes. “La universidad lo que quiere es callar esto porque sabe que el problema que se le puede venir es grande”, afirmó la fuente, quien pidió permanecer en el anonimato por miedo a represalias. También compartió con este medio un par de cartas abiertas de otras presuntas víctimas de maltrato.
“Estas son cartas abiertas que están circulando en redes sociales, donde se testifican más casos de maltrato y acoso laboral. Yo, ¿por qué quería hacer la denuncia? Porque a mí me pasa exactamente lo mismo. Hay varios que pueden llegar a suicidarse a raíz de esto. Si ustedes buscan, verán más denuncias similares”, agregó.
Frente a las denuncias de varios residentes y el fallecimiento de Catalina Gutiérrez, la Asociación Nacional de Internos y Residentes (Anir) solicitó una exhaustiva investigación sobre la extraña muerte de joven médica, al mismo tiempo que expresó su pesar y solidaridad con los familiares y compañeros.
“Con profunda tristeza, hemos recibido la noticia del fallecimiento de nuestra compañera residente de cirugía de la Universidad Pontifica Javeriana. Extendemos nuestro abrazo solidario en estos momentos de congoja y esperamos que la unión y amor, sean las herramientas que permitan fortalecerse en frente a este suceso”, expresó la Anir en un comunicado.
En la misiva, la asociación subrayó la necesidad urgente de abordar las condiciones que enfrentan los residentes en su formación.
“Observamos con preocupación como situaciones de maltrato han sido constantes durante el proceso formativo en el pre y postgrado; en donde a los residentes se les ha irrespetado el número de horas y los post turnos reglamentados. Lamentable, muchas universidades conocen estas dificultades, pero con indiferencia secundan y se vuelven cómplices al no tener una política y medidas reales contra el maltrato”, enfatizó la asociación.
SEMANA se comunicó con la Universidad Javeriana para intentar conocer su postura frente a las graves denuncias; sin embargo; desde la institución aseguraron que “en unas horas sacarán un comunicado”.
Hasta el momento, el único pronunciamiento ha sido respecto a las condolencias por la muerte de Catalina Gutiérrez, extendiendo un mensaje de solidaridad a sus familiares y amigos.
“Honramos la memoria de Catalina con los mejores recuerdos que dejó en su paso por la Universidad. Apreciamos acompañar con respeto, empatía, solidaridad y delicadeza a sus padres, su hermana y demás familiares”, indicaron a través de la red social X.
El suceso ha provocado una fuerte queja por parte de Anir, calificando las condiciones de “maltrato” que enfrentan los residentes durante su proceso de aprendizaje en centros médicos.
De igual forma, la asociación enfatizó la necesidad de un mayor apoyo en salud mental para los estudiantes, así como de mecanismos de detección temprana de riesgos que aseguren intervenciones adecuadas y prevengan desenlaces trágicos. La presidenta de Anir Bogotá, Cindy Rodríguez, señaló que varios estudiantes de posgrado han solicitado apoyo debido a repetidas situaciones de maltrato durante su formación.
En respuesta a estos eventos, la Anie ha invitado a los decanos de las facultades de salud y medicina de Bogotá a iniciar un diálogo, ofreciendo su mediación para trabajar en una ruta de salud mental y prevención de violencias, como una forma de rendir homenaje a Catalina Gutiérrez y a otros residentes que han sido afectados.
Este caso sigue en desarrollo, y se espera que las investigaciones arrojen luz sobre las circunstancias y responsabilidades en torno a la muerte de Catalina Gutiérrez, así como en la implementación de medidas que mejoren el bienestar de los residentes en formación.