El incidente de las tres lanchas de la Armada de Colombia que fueron encontradas por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en el estado Bolívar, en Venezuela, ya genera las primeras consecuencias. El comandante de la Armada de Colombia, Evelio Ramírez, anunció este martes el retiro de 14 miembros del Batallón de Infantería número 51 por este suceso. La Armada colombiana había señalado en un comunicado que los vehículos navales, modelo Boston Wheeler, y en los que había ametralladoras calibre .50 y M60, fueron llevados por la corriente y por eso terminaron en territorio venezolano.
"Se encontraron fallas en la responsabilidad de mando, planeamiento, control y supervisión" por cuenta de un coronel de infantería de Marina, comandante del Batallón de Infantería número 51 y un capitán de Infantería que se desempeñaba como jefe de operaciones, explicó Ramírez. Un coronel, un capitán, tres suboficiales y nueve infantes fueron retirados de la Armada, según explicó el comandante, y se producen "como consecuencia de los hechos ocurridos", ya que "el lugar donde fueron asegurados los botes no cumplía con las condiciones de estabilidad del terreno y amarres seguros". Ramírez señaló que "estos botes no pueden estar juntos por capacidad de supervivencia". El comandante manifestó que "las autoridades colombianas insistirán hasta la saciedad" para que Venezuela "regrese los botes", pues cada uno de ellos está avaluado en más de 170 millones de pesos (44.000 dólares aproximadamente), "sin incluir el armamento a bordo".
Dentro de las embarcaciones había ametralladoras calibre .50 y M60, más sus respectivas municiones. Nicolás Maduro había dicho que la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) tiene en su poder las embarcaciones y que está dispuesto a devolverlas a Colombia, junto con el armamento, si el presidente Iván Duque hace la solicitud formal.