Se trata de archivos físicos que documentan 25 años de conflicto y actos cometidos por paramilitares, miembros del Ejército y la guerrilla de las Farc en El Catatumbo, Norte de Santander, justamente una de las zonas hoy por hoy con más problemas de orden público.
Según Diana Sánchez, directora de esa organización, “la reconstrucción de la memoria en Colombia bajo garantías de participación activa y vinculante de las víctimas y organizaciones de derechos humanos fue gravemente herida con el nombramiento de Darío Acevedo como director del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), razón por la cual retiraremos los archivos fisicos institucionales que en ánimo de aportar a la memoria del país habíamos compartido con el CNMH, bajo el mandato anterior del profesor Gonzalo Sánchez”.
El retiro de estos documentos se hace este martes desde las 10:00 a.m., en un acto en el que asisten víctimas de crímenes de Estado, defensores de derechos humanos y ciudadanos del común. Con esto, la organización dice suspender todo relacionamiento con el CNMH mientras se mantenga Acevedo en la dirección actual. Además piden que, tal como está consignado en los acuerdos realizados con el CNMH previamente al mandato actual, el material digital del archivo que reposa en la entidad sea publicado para uso exclusivo de consulta abierta, "sin censura alguna y sin que pueda usarse para otros fines no establecidos en el acta de entendimiento”, dice Minga en un comunicado.
Y no solo es Minga. Unas 120 organizaciones manifestaron el año pasado su intención de retirar documentos valiosos en esa dura tarea de reconstruir la memoria en 60 años de guerra. Entre ellos estaba el Cinep, el Movice y Asfades. Aunque las preocupaciones son diversas, la mayoría apuntan a que con la llegada de Acevedo se terminaron las garantías para la objetividad en la elaboración de los informes. Acevedo ha estado en el ojo de la polémica desde que llegó al cargo. Para el momento de su nombramiento ya eran bien conocidos los trinos en los que, por ejemplo, negaba la existencia del conflicto armado en Colombia. En su Twitter expresaba una clara animadversión por instituciones como la JEP: "Es que la JEP es la espada de Damocles de las guerrillas y sus amigotes contra las fuerzas militares en Colombia". En otro de sus trinos decía: "Farc, Colombia Humana y el mamertismo […] son dueños del Centro de Memoria Histórica, la JEP y la Comisión de la Verdad”. Ha sido tanta la controversia que Acevedo ha intentado bajarle el tono a sus propias posturas para muchos radicales. En una entrevista que le concedió a El Tiempo el 9 de febrero pasado dijo: "Terminé por aceptar que estamos en un conflicto armado". Y luego explicó así su respuesta: "Pero eso es por decir que no podemos ser dogmáticos. Desde que me posesioné no he negado el conflicto. He retado a mis detractores a que me muestren un solo discurso donde conste que yo no me refiero al problema como un conflicto armado. No han podido. Quienes me critican a veces son intolerantes e irrespetuosos con la diferencia", le dijo a ese diario.