La Alcaldía de Cali confirmó este lunes que la vía principal que conecta a esta ciudad con Jamundí, sur del Valle del Cauca, no será entregada en la fecha pactada y se ampliará el plazo que permita finalizar el proyecto en su totalidad.

”Ha sido muy difícil con el contratista. Llevamos más o menos seis meses luchando para que el consorcio obtenga los recursos, porque la Secretaría, como Administración, no le debe un solo peso. Hemos hecho todas las gestiones para pagarle cumplidamente al contratista”, reveló Néstor Martínez Sandoval, secretario de Infraestructura.

El funcionario precisó que desde la Alcaldía de Cali se garantizará el debido proceso al contratista para analizar los impactos de una posible sanción. ”Tenemos que ser muy cuidadosos jurídicamente; no queremos que una sanción se vaya a revertir en contra del municipio. Se debe hacer el debido proceso y garantizar el derecho a la defensa, en el marco de la ley”, puntualizó Martínez Sandoval.

Cabe recordar que los trabajos de rehabilitación de la vía Cali–Jamundí continuarán para mitigar las dificultades que ha presentado esta obra, con la intención de beneficiar la movilidad multimodal en la ciudad.

Así va la recuperación de Cali

Cuatro meses después, las huellas del desastre aún son visibles en Cali: de sur a norte se aprecian todavía estaciones del Sistema Integrado de Transporte Masivo de Occidente, MIO, apenas en recuperación, pero todavía en ruinas. Sobre la calle Quinta, epicentro de varios bloqueos y protestas, están los croquis de lo que alguna vez fueron supermercados como Justo & Bueno, D1 y Dollarcity, así como sucursales de bancos incineradas. La capital del Valle parece recuperarse de una guerra.

La recuperación –dice la Alcaldía– avanza a pasos agigantados; sin embargo, lo que se ve en las calles es otra cosa. Estaciones del MIO como Meléndez y Buitrera, en el sur de la capital del Valle, aún están en manos de un puñado de jóvenes autodenominados de ‘primera línea’. Allí pasan las tardes en medio de lo que hasta hace cinco meses era una de las sucursales más concurridas del transporte masivo.

En días soleados, el caparazón de la estación (está desmantelada totalmente) funciona como escampadero de charlas interminables y las calles de ‘Solo Bus’ ahora son improvisados escenarios de microfútbol. Mientras eso sucede en la estación de Meléndez, miles de usuarios del MIO deben realizar al menos tres trasbordos para llegar a ese sector de Cali. La estación no funciona y los buses padrones deben dejar a los pasajeros a un costado de la vía, donde no se afecten las actividades de quienes todavía protestan.

Lo cierto es que el plan de recuperación de las 39 estaciones afectadas durante el paro va en segunda fase, según el mismo presidente de Metrocali: “El plan de intervención y recuperación del MIO tiene una inversión que asciende a $55.000 millones, aforados desde la Administración Distrital, Metro Cali y las pólizas de seguro. Esta segunda fase tiene un costo de $8.369 millones y se debe ejecutar en cuatro meses”, puntualizó el funcionario.