Las autoridades judiciales siguen en las investigaciones para establecer la identidad de las personas que fallecieron tras el desprendimiento de una montaña en el departamento de Chocó.
Las diligencias se están adelantando en la sede de Medicina Legal de Medellín y Quibdó. Hasta allí, han llegado varias familias para reconocer a los suyos y darles cristiana sepultura.
Hasta este domingo 14 de enero, los organismos de socorro hallaron 36 cuerpos sin vida bajo tierra y buscan a seis más que fueron reportados como desaparecidos por sus allegados, quienes serían mayores de edad.
Las labores son encabezadas por funcionarios de la Defensa Civil, unidades especiales de la Policía Nacional, tropas del Ejército y bomberos voluntarios de varios rincones de Antioquia.
La Fiscalía General de la Nación le confirmó a SEMANA que, de las víctimas encontradas en el municipio de El Carmen de Atrato, el 16 por ciento son menores de edad. Es decir, seis pequeños.
En un principio, la vicepresidenta Francia Márquez advirtió ante la opinión pública que la mayoría de los fallecidos serían niños y niñas. Sin embargo, reversó la afirmación tras una aclaración de los rescatistas.
La familia Estrada, oriunda del municipio de Ciudad Bolívar, ayudó a ubicar el cuerpo de una pequeña de seis años. Con las lágrimas a punto de salirse, recuerdan el doloroso momento.
“Se movió la pala y encontramos la mano derecha de la niña, luego se llamó a la Defensa Civil para que la terminara de sacar. Eso es una tragedia. Fue muy doloroso”, afirmó Santiago Estrada.
La angustiosa búsqueda
Como un gotero, empezaron a aparecer los demás afectados. El 12 de enero encontraron 17 cadáveres, el 13 de enero 16 más y este domingo tres. Se espera que este lunes se retome la búsqueda.
Las autoridades sospechan que seis ciudadanos podrían estar atrapadas bajo tierra. La montaña está repleta de tierra y piedras de grandes magnitudes, por lo que se ha necesitado maquinaria amarilla.
Mientras los aparatos arrastran materiales pesados, los ojos de varios rescatistas están puestos sobre todo lo que remueve, tratando de encontrar alguna señal que advierta sobre un cuerpo.
Las familias de los desaparecidos, al contrario, empujan una pala hacia las profundidades del talud para hallar el rostro de sus seres queridos. Cuando la búsqueda es exitosa, el llanto se apodera de ellos y piden una bolsa para recogerlos.
Los cuerpos son levantados con cuidado y montados en un camión que fue adecuado como una morgue: allí llegan los restos para ser identificados, embolsados y enviados a Medicina Legal.
Este protocolo se mantendrá hasta que se descarte el último fallecido en el deslizamiento, esa fue la orden que emitió la Gobernación de Chocó y que respaldó el Gobierno nacional sin reproche.
Aunque en el sector hay preocupación por la estabilidad de la montaña que se desprendió, pues otra parte correría con el riesgo de ceder en cualquier momento, más las constantes lluvias de la zona.
De momento, el eje vial que conecta a Quibdó con la capital de Antioquia tendrá restricciones, en tanto se levante la búsqueda y rescate, luego se examinarán los riesgos y se definirá la ruta de atención.
Allí hay más amenazas de movimientos en masa y el presidente Gustavo Petro prometió una millonaria inversión para acabar con la angustia de los viajeros, cuya sensación se mantiene desde hace 20 años.