La lucha jurídica que la familia Galán empezó en 2017 surtió efecto. La Corte Constitucional revivió la personería del Nuevo Liberalismo y lo convirtió en un nuevo partido político que, sin duda, desempeñará un papel importante de cara a las elecciones de 2022.
Aunque el Consejo de Estado y el Consejo Nacional Electoral coincidieron en no retornarle de nuevo la personería jurídica, la Corte Constitucional dio la última palabra a favor del movimiento que fundó Luis Carlos Galán Sarmiento en la década de los 70 como disidencia del Partido Liberal y que hoy, tras la decisión judicial, estará en manos de los hermanos Carlos Fernando y Juan Manuel Galán, quienes decidieron darse una pela no solo política, sino jurídica para revivir una de las grandes herencias políticas del desaparecido precandidato presidencial.
Una de las tesis que más tuvo en cuenta el Alto Tribunal es que Luis Carlos Galán, el exministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla y otros dirigentes del Nuevo Liberalismo fueron engañados por algunos miembros del Liberalismo de la época.
La razón obedece a que el Nuevo Liberalismo pretendía llegar a la Presidencia en 1990 con Galán Sarmiento, pero tenían claro que entregaban una colectividad joven, de renovación, importante, pero no la más robusta políticamente en el país, pese a que en 1986 obtuvieron la personería jurídica al obtener seis curules en el Senado y siete en la Cámara de Representantes. Por esto, aceptaron la propuesta de retornar de nuevo al Partido Liberal y unir fuerzas a cambio de unas condiciones.
A Galán, Lara y demás miembros del Nuevo Liberalismo les pusieron como condición cancelar la personería jurídica del movimiento y llegar de nuevo a las toldas rojas. Del lado del partido prometían hacer una reforma constitucional, pero terminó hundida en el Legislativo porque algunos miembros, como Alberto Santofimio, le introdujeron un mico: una consulta popular donde les preguntarían a los colombianos si aceptaban acabar la extradición de capos del narcotráfico.
El problema –según conoció SEMANA– es que el país atravesaba por un momento convulsionado tras las bombas, secuestros y asesinatos orquestados por Pablo Escobar y el miedo reinaba entre los colombianos. Los disidentes también pidieron más democracia para escoger a los precandidatos presidenciales. Es decir, no a dedo.
Luis Carlos Galán cumplió, entregó la personería jurídica del Nuevo Liberalismo en 1988, pero lo asesinaron un año más tarde. Y no le cumplieron. Lo preocupante es que algunos miembros del Liberalismo, como Alberto Santofimio, orquestaron su crimen, según la condena contra este liberal cercano al narcotraficante Pablo Escobar. En otras palabras, los mismos con los que Galán negoció, lo mandaron a asesinar. “Todo fue un vil engaño a mi padre y al Nuevo Liberalismo”, resumió Juan Manuel Galán.
Pero, ¿el Nuevo Liberalismo hubiera podido surgir sin Luis Carlos Galán? La respuesta es sí. El problema es que al menos 50 líderes del movimiento fueron asesinados posteriormente, homicidios que fueron documentados por la justicia. Otros quedaron heridos.
Con esos antecedentes, además de otras pruebas, la Corte Constitucional tomó una decisión que sacudirá el escenario político de cara a las elecciones de 2022 porque, sin duda, servirá de plataforma para que decenas de líderes políticos que están sin partido, y no se sienten representados por ninguna colectividad, tengan un espacio. Formar parte del Nuevo Liberalismo será como un trofeo que, de entrada, garantizará no solo un aval, sino una dosis de triunfo, porque no tiene cuestionamientos ni un pasado turbio.
¿Qué harán los Galán? Aunque no lo dicen públicamente, los hermanos Carlos Fernando –hoy concejal de Bogotá– y Juan Manuel –precandidato presidencial–, deben tener en su mente más de un nombre que quisiera regresar al Partido y enarbolar las banderas. SEMANA conoció que previendo un resultado en su favor por parte del Alto Tribunal, los Galán ya se han reunido con algunos sectores de los partidos de La U, Liberal y Cambio Radical buscando acercamientos y mirando cómo jugarán de cara al nuevo año. Nada está dicho, pero las puertas están abiertas.
Lo primero que harán es convocar públicamente a quienes quisiera pertenecer a su colectividad, obviamente, primando las figuras que, en su momento, fueron parte del partido. El senador Iván Marulanda, del Partido Verde, es uno de ellos, porque no solo fue senador del Nuevo Liberalismo, sino fundador. Sin embargo, no será fácil por el transfuguismo. Por esto, será más factible observar rostros nuevos, frescos, que se identifiquen con lo que en su momento fue la rebeldía al oficialismo rojo.
Otro de los temas que definirán los hermanos Galán es qué pasará con el senador Rodrigo Lara Restrepo. Su padre, Rodrigo Lara Bonilla, era el segundo al mando, un hombre clave en la conformación del Nuevo Liberalismo. Además, el hoy senador se retiró de Cambio Radical y está sin partido político. Él, actualmente distanciado con el concejal Carlos Fernando Galán, sería una de las personas que podría pasar la página y arribar a la colectividad.
El Nuevo Liberalismo, sin duda, afectaría al Partido Liberal y a Cambio Radical porque es un movimiento nuevo y varios dirigentes, hoy inconformes con sus colectividades, podrían saltar a los brazos del nuevo partido que surgirá en un momento en que, según los más recientes sondeos de opinión, los electores le tienen apatía a los partidos políticos tradicionales.
Cabe recordar que semanas atrás de conocerse la decisión de la Corte Constitucional, Germán Vargas Lleras, en su columna de El Tiempo, dijo que si el Alto Tribunal fallaba en favor del Nuevo Liberalismo “habría que rebautizarlo como el Nuevo Nuevo Liberalismo, pues nada más lejano del pensamiento de Luis Carlos Galán que este proyecto de legalización (de las drogas) que tensa todas las fibras no solo de nuestro pasado, sino, en especial, de nuestro futuro”, dijo el exvicepresidente criticando la propuesta de legalización de drogas del exsenador Juan Manuel Galán.
Más allá de las decisiones que puedan tomar los hermanos Galán con el nuevo partido, el punto clave será el camino que empezarán a recorrer en los próximos cinco meses, un tiempo corto en el que tendrán que definir listas taquilleras al Congreso y posteriormente la participación en las presidenciales, donde el nombre de Juan Manuel, con el 5 % de intención de voto, según la más reciente encuesta del Centro Nacional de Consultoría revelada por SEMANA, podría tomar fuerza.