Disparos al helicóptero en el que viajaba el presidente de la República, Iván Duque, en un viaje misional en Norte de Santander, han abierto interrogantes acerca de la estrategia de seguridad alrededor del mandatario y de los organismos que manejan la inteligencia en Colombia.
Las investigaciones para esclarecer los hechos del ataque al presidente continúan y han avanzado de manera rápida, pero sin que aún se tenga claridad de todo lo ocurrido el día del ataque al helicóptero.
El cuestionamiento a la inteligencia se da también por otros sucesos ocurridos recientemente. De hecho, fue en Cúcuta también donde se activó un carrobomba el pasado 15 de junio en los terrenos de la Brigada 30 del Ejército, el cual dejó 36 personas heridas.
Por todas esas razones, el expresidente Andrés Pastrana emitió una especie de consejo para el presidente Duque: “Llegó la hora de revivir la inteligencia que su antecesor desmanteló para complacer a los narcoguerrilleros”, dijo a través de su cuenta de Twitter.
Según Pastrana, “la seguridad nacional necesita urgentemente una inteligencia moderna y eficaz”.
¿Cómo es la inteligencia en Colombia?
En teoría, la función de la inteligencia en Colombia es “producir inteligencia estratégica y contrainteligencia en el ámbito nacional e internacional, desde una perspectiva civil y militar, orientada al cumplimiento de los intereses esenciales del Estado”.
Para ese objetivo, en el país existe la Dirección Nacional de Inteligencia, cuyo fin no es otro que hacer inteligencia estratégica, contrainteligencia y lo que sea necesario para proteger a la nación y a las personas residentes en Colombia.
La defensa del régimen democrático es su prioridad, al igual que el mantenimiento del orden constitucional y la seguridad nacional.
En el caso de los traslados del presidente, independientemente de si se trata de Iván Duque o de sus antecesores, en Colombia está establecido que se requiere un fuerte dispositivo que incluye personal de avanzada, es decir, el que llega primero –a veces uno o dos días antes– a evaluar los posibles riesgos.
En los desplazamientos del presidente se despliegan cordones de seguridad, con personal de la Policía, el Ejército y escoltas especiales. Por esa razón, la seguridad del presidente se adelanta con grandes y, casi siempre, vistosas caravanas que incluyen vehículos blindados, ambulancias, motos.
En consecuencia, para un viaje en transporte aéreo se dispone de al menos 3 anillos de seguridad en tierra, sin contar con las revisiones minuciosas del vehículo aéreo que va a abordar.
Por esa razón, no hay que echar en saco roto el consejo del expresidente Pastrana: revisar si se requiere modernizar y hacer más eficaz la inteligencia para la seguridad nacional.