El futuro de la revocatoria al alcalde Enrique Peñalosa está en las manos de la Registraduría, que ya había avalado hace un mes 473.000 firmas, más de las necesarias para que el proceso continúe su trámite. Sin embargo, como lo estipula la ley, la defensa del mandatario tuvo cinco días hábiles para manifestar sus reparos a esa acreditación de los avales. Así lo hizo, a través del exmagistrado Humberto Sierra Porto. Este martes, la autoridad electoral permitió al apoderado del alcalde mayor una nueva revisión de las firmas, con peritos y grafólogos.La Registraduría, al adoptar la decisión, se sustentó en un fallo de tutela del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, de junio de 2013, que había sido interpuesto en el proceso de revocatoria del mandato de su antecesor, Gustavo Petro. Esto, con el fin de "dar aplicación a los principios del debido proceso y para permitir el ejercicio de los derechos de contradicción y defensa", expresó la Registraduría en un comunicado. En contexto: "Seguiré trabajando": Peñalosa sobre aval de firmas para revocarloPara desarrollar ese análisis, la defensa del alcalde Peñalosa tiene 15 días hábiles, en los que tendrá acceso a los formatos que contienen las firmas en físico, los archivos del censo electoral y del Archivo Nacional de identificación. Ese proceso se adelantará por parte de peritos y grafólogos designados por el grupo defensor de Peñalosa y será supervisado por la Registraduría para guardar la integridad de los documentos. En diálogo con SEMANA, Gustavo Merchán, líder del comité que recogió los apoyos, aseguró que están dispuestos a salir a las calles "para defender las firmas de los ciudadanos". Aparte de la revisión y verificación de las firmas, aún hay un asunto grueso por resolver en este proceso revocatorio. El magistrado del CNE, Emiliano Rivera, tiene la tarea de construir una ponencia en la que determine si el proceso de revocatoria de Peñalosa se ajusta a las normas electorales. Su proyecto tendrá que ser votado por la sala plena de ese tribunal, y constituye el otro obstáculo que podría tumbar la revocatoria ahora que las firmas entran en una etapa definitiva de revisión.